¿Es ser LGTBI-friendly una estrategia política? ¿Cuántos partidos conoces en el panorama político, que respalden y apoyen abiertamente al colectivo LGTBI? ¿Lo tenemos en cuenta antes de introducir nuestro voto en las urnas? ¿Investigamos a fondo  para comprobar si ese apoyo es real?

¿Política o marketing?

El país está atravesando por una situación políticamente extraña e inestable. Pero no es algo reciente, sino que leva fraguándose desde hace años. El surgimiento de varios partidos nuevos como Ciudadanos o Podemos nos está demostrando que hay vida más allá de rojos y azules, pero está llevando a los políticos más veteranos a ponerse las pilas para seguir obteniendo votos. Si examinamos con un poco de detalle el escenario político que tenemos en la actualidad, nos daremos cuenta de que tan solo en los dos últimos años, la popularidad de los distintos partidos, así como de los candidatos, a dado un giro importante.

El principal problema y lo más preocupante es que son pocos los que votan con la cabeza, habiéndose leído el estatuto de cada partido, sino que se da el voto a aquel que nos conquiste. Así pues, todo se convierte en una campaña de marketing más en la que se nos trata de vender un producto. Y el envoltorio a veces, es una factor más decisivo, que la calidad.

Esto es, precisamente lo que está haciendo que los ciudadanos seamos cada vez menos conscientes de las verdadera cara de cada partido. Nos dejamos influenciar por el envoltorio, por una buena campaña que impacte y que motive. En vez de valorar sus acciones antes que cualquier otra cosa.

¿Es ser LGTBI-friendly una estrategia política?

En esta competición por atraer a más público, todos intenta ofrecer algo novedoso. Demostrar que caminan al ritmo de los cambios sociales, que viven en el presente, se adaptan a las nuevas necesidades y piensan en todos los públicos. Para conseguirlo basta con mencionar en mítines, stands o carpas a aquellos colectivos que les interesen y proponer  alguna ley que les haga parecer progresistas. Por ejemplo, la intención de recoger en los libros de texto la diversidad de géneros y orientaciones sexuales, etc.

Pero, pensémoslo bien, ¿nos representan estos partidos? ¿O simplemente se intentan meter a un colectivo en el bolsillo? ¿Entienden realmente las necesidades y los problemas de las personas LGTBI? Casi todos los partidos procuran ofrecer su apoyo, participando el Pride o mediante otras acciones llamativas.  Sin embargo recordemos que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, una ha realizado una campaña de prevención de las ETS enfocado a mujeres lesbianas, por poner un ejemplo. O veamos el caso de Bolsonaro, que tras hacer declaraciones profundamente homófobas, decidió cambiar su discurso y mostrarse gay-friendly por una simple cuestión de imagen.  Somos bastante escépticas en este tema, es cierto. ¿Qué opinas tú al respecto? ¿Es ser LGTBI-friendly una estrategia política?