Involucrarse en una relación dependiente es más común de lo que pensamos. Además suelen ser recurrentes ya que cuando finaliza una relación se tiende a buscar una pareja con un perfil parecido.
Cómo identificar una relación dependiente
Antes de pasar a definir como evoluciona una relación dependencia emocional, hay que apuntar que en muchos casos, ambos miembros de la pareja, son personas emocionalmente dependientes. Tanto el dominante como el sumiso. Cuando entra en juego un rasgo de la personalidad narcisista, la situación se vuelve más peligrosa, ya que puede ejercer su dominancia de forma psicopática, buscando llenar su propio vacío, tratando a su pareja como un mero instrumento.
1.Seducción
El deseo de encontrar una pareja es tan fuerte que en cuanto conocen a alguien, le idealiza, creándose falsas expectativas sobre cómo va a ser la relación. Si uno de los dos tiene un perfil narcisista, esta fase se sentirá como un sueño hecho realidad. Este tipo de personas, como depredadores que son, tienen una enorme habilidad para escanear en profundidad a las personas dependientes.
Rápidamente descubrirán sus gustos, preferencias, necesidades y debilidades. Y las utilizarán para enamorarte. El enganche emocional se produce con un verdadero bombardeo de amor y usará frases del estilo: “nunca he sentido esto por nadie”, “esta es la relación más perfecta que he tenido”, “eres la persona que llevo esperando toda la vida”. También será romántica y detallista y colmará todos los deseos de la dependiente, quien se ilusionará enormemente con todo lo que la vida le está brindando. Perfecto, ya te ha atrapado en su tela de araña. Ahora entrarás en la siguiente etapa.
2.Sumisión
Comienza la fase en el que la dominante pasa a ser el centro de la relación dependiente. Para que se acaten todos sus deseos, se emplean técnicas de manipulación y chantaje emocional y la dependiente tratará de satisfacerla para mantener la armonía y recuperar la felicidad de los primeros días, durante la etapa de seducción. La persona sumisa se siente desconcertada en este momento. Y soportará humillaciones y desprecios en un intento desesperado de su pareja vuelva a ser como al principio. En realidad, aquello solo era una interpretación que tenía el objetivo de subyugar a la persona dependiente. En este momento, la dominante aplicará una estrategia de “una de cal y otra de arena”, así la víctima vive en una montaña rusa de dramas y endorfinas que llega a producir una adicción casi física.
3.Deterioro
La relación comienza a deteriorarse. La dependiente emocional está, en este punto, totalmente anulada. Ha idealizado a su compañera hasta tal punto que siente que es el centro de su vida. Le tiene tanto pánico a la ruptura es es capaz de someterse a cualquier cosa. Su autoestima está tan dañada que es incapaz de tomar decisiones y reconducir su vida. En muchos casos, la manipulación emocional ha conseguido deteriorarles de tal forma que ni siquiera detectan el verdadero problema que existe en la relación. Es probable que busquen cualquier otro problema para darle justificación al fracaso de la relación.
4.Ruptura y trauma
Por desgracia, es en este momento cuando, las personas que han caído en una relación dependiente, dedican acudir a un profesional. De haberlo hecho antes, podrían haberse ahorrado un tiempo de sufrimiento innecesario. Este tipo de rupturas son totalmente tóxicas y traumáticas. Pues suelen ir acompañadas de un fuerte síndrome de abstinencia. Es habitual que las personas dependientes caigan en una depresión, con crisis de ansiedad, pesadillas y pensamientos obsesivos. Con una sola llamada de la persona dominante/narcisista, todo este padecimiento desaparece como por arte de magia.
5.Relaciones puente
Las personas con dependencia emocional no saben estar solas y siempre buscan una pareja. Tanto la sumisa como la dominante. Sin embargo no lo suelen reconocer abiertamente, por lo que si le preguntas, te dirá seguramente que no buscaba pareja.
6.Vuelta a empezar
Como hemos dicho la persona con dependencia emocional se sentirá atraída hacia perfiles semejantes por lo que el ciclo se repetirá una y otra vez. Las que buscan a alguien dependiente suelen tener un carácter egocéntrico, posesivo, inmaduro, hostil y emocionalmente frío. Aunque también puede tratarse de una persona vulnerable y con problemas que despertarán la empatía de la pareja dependiente. El victimismo es también una forma de manipulación que crea una relación muy desequilibrada ya que mientras una es la que cuida y protege, la otra demanda y busca satisfacer sus propias necesidades.
Si sospechas que algo no va bien en tu relación, por favor, háblalo con alguien, pide una opinión externa y déjate aconsejar. Si estás presa en un ciclo de relaciones dependientes, no dudes en pedir ayuda profesional.
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