Reconocer a una persona tóxica a veces puede ser difícil. Verse envuelta en una relación con una persona tóxica puede marcar tu vida, e incluso condicionar tu predisposición para relaciones futuras. Lo peor es que a veces las actitudes abusivas son tan sutiles que no nos percatamos hasta que nuestra autoestima está muy tocada. Aquí te dejamos algunas pistas para aprender a reconocer algunos comportamientos que deben hacer saltar las alarmas. Las personas tóxicas, cuanto más lejos, mejor.

1. Subestiman tus logros

Lo normal, en una relación saludable es alegrarse por los éxitos del otro. Y brindarle apoyo para que esa persona consiga alcanzar esos logros que le harán sentirse realizada. Las personas tóxicas en cambio están dominadas por la envidia aunque, obviamente tratarán de ocultarlo, pero te intentará convencer que lo que has conseguido no es para tanto, que no es suficiente o que tus metas no son las adecuadas. De esta forma te hará sentir desencantada y puede llevarte a desestimar tus propias capacidades, dudar de ti misma y dañar tu autoestima.

2. Se victimizan

Una forma de reconocer a una persona tóxica es comprobar que se victimizan todo el rato. El victimismo es un mecanismo que la persona tóxica utiliza para cargar sobre ti la responsabilidad de sus actos o el peso de sus propias reacciones emocionales. De esta forma, ellas se liberan y generan una sensación de culpabibilidad en ti, que usan para salirse con la suya y mantenerte bajo control. Cuando se victimizan también tratan de despertar tu compasión para aprovecharse de tu buena voluntad y evitar que les abandones o te alejes.   

3. Descontrol emocional y negatividad

La gente tóxica tiene una muy baja tolerancia a la frustración y estallan de forma descontrolada cuando las cosas no salen como quieren. Suelen tener ataques de ira que sobrepasan lo aceptable. Además son constantemente negativas, buscando siempre los errores de los demás con la excusa de que son muy perfeccionistas. Lo critican todo de todos (o lo menosprecian de forma pasivo-agresiva), comportamientos, proyectos, ideas y actitudes.

4. Mienten más que hablan

La vida de la persona tóxica se construye sobre mentiras. Da igual de que asunto se trate, incluso en cuestiones mínimas, mienten de forma recurrente. A veces es un arma de manipulación y otras veces es una forma de sentir que te controlan haciéndote creer una realidad ficticia.

5. Te manipula emocionalmente

Las personas tóxicas sobrealimentan tú ego con gestos y palabras de amor, te ensalzan, te hacen favores y se presentan como personas cargadas de bondad y generosidad. En realidad es una estrategia con la que tratan de crearte cierta dependencia emocional para después tener total influencia sobre ti y controlarte a su antojo.  De forma paralela iniciará avances para encontrar tus puntos débiles y conseguir hacerte perder el control, crearte ansiedad y sacarte de tus casillas. Así te conviertes en una persona vulnerable mucho más fácil de manejar.

6. Son muy celosas

Por supuesto, los celos no podían faltar en la fórmula psicológica de la persona tóxica. No te creas que los celos son una muestra de amor, ya que es una de los mitos más dañinos acerca de las relaciones. Esto no significa que sentir celos no sea algo normal y habitual, pero los celos son fruto de una inseguridad y los debemos gestionar nosotras mismas, nunca proyectarlos en la pareja. En una relación tóxica sin embargo, cualquier cosa puede ser vista como amenaza y la manipuladora intentará controlar y supervisar todas tus relaciones, incluso violando tu intimidad. Por otra parte, también puede crear situaciones para provocar intencionadamente tus celos y tus sospechas.

Si detectas cualquiera de estas actitudes para reconocer a una persona tóxica, por favor, corta inmediatamente la relación. Pon distancia física y emocional y busca el apoyo de tus seres queridos. No dejes que nadie te robe tu luz.