Surge en Twitter el movimiento #MeQueer que nos recuerda mucho a aquel #MeToo o incluso al #Cuéntalo del que hablábamos aquí. Esta vez ha motivado también a miles de personas a que se expresen y salgan, con ayuda de esta red social, de la oscuridad rancia de sus armarios. Un armario que no solo esconde una identidad de género o una orientación sexual. También todo el dolor y la rabia de la clandestinidad forzada.
Movimiento #MeQueer contra el bullying
La avalancha de tuits publicados bajo este hashtag son relatos de violencia, dolor, agresiones, miedo, discriminación y abandono familiar. Pero también se han destapado sentimientos de inseguridad, inferioridad, vergüenza e incluso autodesprecio y asco. El movimiento #MeQueer surge para manifestar a nivel global el Orgullo desde un punto de vista más crítico. Desde una perspectiva que cuestiona la sociedad actual, para dejar en evidencia que pese a todo el trabajo realizado, aún no se respeta a las minorías sexuales. Y lo triste que es que las personas del colectivo LGBTQI, siguen siendo con demasiada frecuencia, ciudadanos de segunda o tercera fila.
Pocos días después del estallido del movimiento #MeQueer, aparecía en la prensa la terrible noticia del suicidio de Jamel Myles, un niño de tan solo 9 años que no pudo soportar el acoso tras revelar a sus compañeros que era gay. ¿Cuántos Jamel habrá en el mundo, viviendo un infierno por su orientación sexual?
Hace unos años las asociaciones FELGTB y COGAM realizaron una interesantísima investigación titulada Acoso escolar por homofobia y riesgo de suicidio en jóvenes lesbianas, gais y bisexuales. En este estudio participaron 625 jóvenes de menos de 25 años que habían sufrido bullying por motivos homofóbicos. Los resultados hielan la sangre: el 43% tuvo pensamientos suicidas. El 35% llegó a planificarlo. Y el 17% lo intentó. El porcentaje de suicidios consumados se desconoce ya que tanto familias como escuelas prefieren no abordar un tema tan tabú. Este estudio, fechado en 2013, publicaba cifras realmente alarmantes e incluía testimonios escalofriantes. Os recomendamos a todas su lectura.
El cambio comienza en las aulas
Después del movimiento #MeQueer comenzó la campaña de vuelta al cole. Y aquí es donde se relacionan ambas noticias. Parte de los mensajes incluidos en el hashtag trataban de hacer hincapié en la necesidad de revisar el sistema educativo. Un sistema que ha venido ignorando desde siempre a su alumnado LGTBI, si es que no le ha expresado un rechazo directo. El acoso escolar forma parte de la vida de casi todos los niños en alguna etapa de su infancia o adolescencia. Es tan habitual que no se puede seguir ignorando.
La asociación FELGTB sostiene que la campaña Vuelta al Cole tiene una gran importancia ya que es el momento adecuado para proponer campañas y proyectos en distintos centros educativos. El objetivo es visibilizar una realidad y lograr que cada vez sean más los niños que se puedan sentir plenamente integrados, protegidos y respetados en los centros escolares. Y también es un momento idóneo para exigir a los poderes públicos que se esfuercen en cumplir lo que dice la Constitución sobre eliminar todos los obstáculos que impidan la igualdad.
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