¿Sabes lo qué es la agamia? En el transcurso de los siglos ha cambiado mucho el concepto de pareja y la forma de entender el amor, las relaciones afectivas y la familia. Hasta hace no tanto era casi obligatorio contraer matrimonio con una persona del otro sexo con el propósito de procrear.

Otras formas de relacionarse

Por suerte hoy hay mucha más libertad para que cada cual escoja la forma en al que prefiere crear sus vínculos afectivos.  Con el tiempo apareció la posibilidad del matrimonio homosexual que  igualaba los derechos de las parejas independientemente de la orientación sexual.  A la vez, la alternativa de vivir sin tener una pareja, se va aceptando socialmente como una opción totalmente normal. Si bien es cierto que las mujeres solteras de cierta edad aún tienen el estigma de solteronas, loca de los gatos, etc.  Pero aún hay más cambios sociales, y es que de un tiempo a esta parte se está comenzando a cuestionar con fuerza el modelo de la monogamia, dando espacio a otras propuestas como la anarquía relacional, el poliamor o la agamia. Este último concepto es probablemente el más novedoso y desconocido, tan controvertido como revolucionario. Vamos a ver qué es la agamia.

¿Qué es la agamia?

La agamia podría definirse como la ausencia de gamos. Entendiendo el gamos como la unión de dos personas inspirada en la relación matrimonial. El noviazgo, por ejemplo es un gamos, ya que socialmente se considera como el paso previo a la ceremonia de casamiento. La relación que mantienen dos amantes que no son pareja formal también sería un gamos, Ya que por norma general se tiene la idea de que la evolución natural de la relación es la formalización de la misma. La crítica de la agamia hacia el poliamor se basa en que este último se basa en la tradicional relación gámica, solo que rompiendo con la monogamia y abriendo el abanico a múltiples parejas.

En el poliamor existen distintas clasificaciones (polifidelidad, poliamor jerárquico, etc) en función del grado en que se asemejan o se diferencian de una pareja monógama. Al final son compromisos que tienen como referente la idea interiorizada del amor romántico. Justamente lo que se rechaza desde la agamia.

Amor libre

Según las personas que practican este tipo de relaciones afectivas, nuestra forma de entender el amor está fuertemente condicionada por la idea del matrimonio. Aunque no haya una boda oficial. Es normal que hagamos una clasificación de nuestros vínculos afectivos diferenciando tipos de relaciones: amistad, familiar, laboral, etc, para diferenciarlos del gamos, que es el eje principal alrededor del cual gira todo lo demás. Además, el gamos genera normas relacionales y crea tabús. Como es el hecho de sentir atracción por otras personas. O la mala aceptación que sufre una persona que se siente atraída por otra que ya está casada.

La agamia, en definitiva, rechaza cualquier estándar en las relaciones afectivas. Se trata de vivir un amor libre sin el condicionamiento de los esquemas y las normas sociales vinculadas a los enlaces gámicos de la sociedad actual. De una relaciones cuyas uniones no estén inspiradas en el concepto de noviazgo o el matrimonio, sino simplemente en disfrutar del afecto, el cariño, el amor, los cuidados y el sexo. Algo sencillo y complicado a la vez.

Cuéntanos que opinas tú de la agamia.