El videoarte y la performance son algunas de las formas de expresión que esta artista lesbiana usa para reivindicar sus derechos. Mamela es mujer, es madre, es artista, es lesbiana y sobre todo es libre. En la lucha por su libertad usa el lenguaje de la danza contemporánea para posicionarse en el mundo.

El arte multidisciplinar como forma de lucha

Desde pequeña, en su Sudáfrica natal, se sentía a la vez niño y niña. Esto la ha llevado a explorar y jugar con su género por medio de la danza. Esta mujer valiente y hermosa ha vivido la discriminación muy de cerca. En primer lugar, por ser mujer en un país marcadamente machista. por otra parte, por separarse siendo madre, y por último por ser una artista lesbiana.

En el año 2015 dio a conocer su trabajo: Hatched 2015. Este trabajo es una puesta en escena multidisciplinar que engloba danza, pintura, videoarte y performance. A través de tres pantallas que se proyectan a la misma vez y su propio cuerpo en escena, crea un espectáculo único.

Esta obra de Mamela, parte de la historia de una mujer oprimida por la presión social. Una mujer ordinaria que vive prisionera en su propia casa, ocupada en las labores del hogar. Sin duda, la obra tiene algo de autobiográfica, y es el punto de partida de una obra muy reveladora. El público empatiza completamente con el mensaje que la artista quiere transmitir. Su forma de plasmar los abusos que sufre la mujer africana día a día son contundentes.

Para este trabajo, la artista colaboró con la productora de videoarte Robyn Denny. La colaboración entre ambas, dio como resultado una obra totalmente impactante y rompedora. No sólo por lo que allí se manifiesta, sino por el dúo racial que forman ambas artistas. Cada una, procedente de diferentes culturas, sin embargo, tan cercanas en su lucha por la igualdad.

Artista revelación de la National Arts Festival 2018

El más reciente reconocimiento a su trabajo artístico ha sido recientemente. Nyamza fue galardonada por el National Arts Festival como artista revelación. Este galardón se le reconoce por su labor como coreógrafa.

Todo su trabajo, incluyendo sus coreografías están cargadas de pintura. Su objetivo es cambiar las reglas del juego, para conseguir una sociedad más justa. La artista habla sobre el género, la religión, las normas sociales, etc., su espíritu luchador está presente en cada paso que da.

Además de bailarina y coreógrafa, Mamela también es profesora y activista social en su país. Dentro de esta última faceta, es voluntaria en varios programas de ayuda a los más desfavorecidos. Concretamente trabaja como voluntaria en una escuela para discapacitados. Además, participa en un proyecto que usa la danza terapia para enfermos de SIDA.

Usar el Arte para ayudar a los demás es la mejor forma que ha encontrado para cambiar la sociedad. Su sueño es ayudar a que las mujeres de su país se empoderen y puedan vivir libres. Su Arte es una reflexión, al tiempo que un mensaje de esperanza y libertad.