Los fans de Netflix están de enhorabuena. Pueden disfrutar de Nanette, el último éxito de Netflix, que se grabó en la maravillosa Opera House de Sydney. Si aún no lo has visto, ¡ya estás tardando!
Nanette, el último éxito de Netflix
Está protagonizado por la humorista Hannah Gadsby, quien en una hora, hace un repaso de su vida y su trayectoria profesional, anunciando su decisión de abandonar el mundo de la comedia. Algo que ha dejado al público estupefacto. Dice Gadsby que abandona el mundo de la comedia porque es profundamente misógino en el que las mujeres dan feedback y los hombres opinan. Pero aún sorprende más cuando comenzamos a escuchar el potente monólogo de Hannah. Nos revela el enorme autodesprecio que se oculta tras su peculiar máscara de humorista. Habla de si misma como de alguien que vive al margen, aludiendo a ser parte del colectivo minoritario LGBT. Su posición es la de una mujer lesbiana que se humilla y se viene abajo para tener permiso de contar su historia a través del humor homosexual. Algo que no quiere seguir haciendo.
La australiana Hannah Gadsby además de humorista es guionista. Fue actriz y guionista en Please Like Me donde ya mostró su particular versión del humor. Ahora nos ofrece este stand-up para Netflix, sorprendiendo a todos con una hora de tragicomedia donde toca temas tan sensibles como la violencia de género. De la cual ella misma ha sido víctima.
Tragicomedia y denuncia
En tono de comedia Hannah deja entrever una furia incontenible. Nos da a conocer la realidad que se ocultaba detrás de muchos de sus chistes. Historias de miedo, de violencia y de abusos muy lejos de ser graciosas. Historias que llenan de ira y que Gadsby transformó para seguir adelante. Tampoco se corta un pelo a la hora de apuntar a personajes como Harvey Weinstein, Woody Allen, Bill Cosby, Roman Polanski e incluso Picasso. Todos ellos lamentablemente conocidos en el mundo del espectáculo por sus conductas de abuso. Pero además, es capaz de demostrar sus argumentos empleando sus conocimientos sobre historia del arte, para hacer un repaso de algunas enfermedades mentales y señalar lo equivocado que es romantizarlas en favor del arte.
Pero, con todo lo dicho, ¿es Nanette comedia? Sí, es muy hilarante. Se puede denunciar y reivindicar sin dejar de lado el humor. Pero más que gracioso es emotivo, impactante y revelador. Gadsby no tiene pelos en la lengua, no se anda con rodeos a la hora de expresarse y no quiere guardase nada. Ha llegado un punto que le da igual su reputación y su imagen pública y no tiene intención de seguir callándose para protegerla.
Debemos darle las gracias a Hannah por eso. Nos encontramos en un momento de la historia en el que es más necesario que nunca una Nanette. El discurso de esta increíble y valiente mujer es hilarante, desolador, agridulce pero esperanzador. Nanette, el último éxito de Netflix, te dejará sin palabras seguro. ¿Ya has visto Nanette? Déjanos aquí tus impresiones.
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