La película Carmen y Lola no ha podido proyectarse en la Muestra de cine y Mujeres de Pamplona. Curiosamente no ha sido la derecha más rancia quien lo ha hecho. Ha sido el colectivo de gitanas feministas. Te explicamos porqué y cuáles son las razones que dan.

La película Carmen y Lola

Para empezar, haremos un pequeño resumen sobre la película Carmen y Lola aunque ya tenemos dedicado un artículo reciente a ella. Trata de la historia de dos jóvenes gitanas. Una de ellas tiene pareja y la otra no (tampoco puedo aportar muchos detalles porque ni siquiera se ha estrenado). El caso es que se enamoran y comienzan su particular idilio en una vida de lo más «castiza». Entre mercadillos y en un ambiente que, en general puede considerarse marginal, la película Carmen y Lola habla del amor entre mujeres. El amor entre dos mujeres gitanas y lo que la situación de su cultura les añade de dificultad.

Hasta ahí todo parecía bien. Sin embargo, la directora Arantxa Echevarría considera que está siendo objeto de una campaña en contra. Tal y como hemos dicho esa campaña no ha venido por parte de los homófobos. Ha venido por parte del colectivo de feministas lesbianas de la ciudad. Finalmente, ante las muestras de presión la directora ha suspendido la proyección de la película. Esta es la versión de la cineasta que considera que todo es un sinsentido que le gustaría resolver cuanto antes. Tal y como ella misma dice, las feministas gitanas no han visto la película de Carmen y Lola: entonces, ¿de qué pueden estar en contra?

¿Por qué las feministas gitanas están en contra?

Pues lo primero de todo las feministas gitanas están en contra porque consideran que la película Carmen y Lola es una nueva caricatura que tiene como protagonista a su colectivo. Argumentan que la película se basa en los clásicos prejuicios en torno a su comunidad. Al mismo tiempo critican el hecho de que se les trate de forma sistemática como población marginal. Por añadido, la intención de la directora era hacer una película lo más natural posible. Eso, en principio, incluía que el guión fuera supervisado por personas de dicho entorno. Con eso se pretendía darle un mayor toque de realismo.

Sin embargo, las feministas gitanas dicen que lo que se quiere para el guión no se quiere para quienes les dan voz. En efecto, se dobla, se retoca lo que dicen y, en general, se adapta para el público potencial que tiene que no son las propias gitanas y su comunidad sino las payas y payos. Así, creen que el reflejo que hace la película Carmen y Lola es capcioso. Que se trata de un nuevo episodio donde los payos retratan a los gitanos para salvarles porque ellos mismos no pueden. Lo cierto es que ya el propio título parece un poco prejuicioso «Carmen y Lola»: no hay dos nombres más prototípicos para hablar de gitanas sin conocerlas.

Parece que no les falta razón después de todo a las feministas gitanas, ¿o si?. Deja tu opinión sobre este tema.