Kenia censura su primera película en Cannes, Rafiki, por tratar una historia de amor entre mujeres. La prohibición del estreno de la película Rafiki fue tomada por el Consejo de Clasificación de Películas de Kenia (KFCB).
Kenia censura su primera película en Cannes
El filme es el primero en la historia del cine de este país que recibe una invitación para el prestigioso festival de Cannes. ¿Por qué han decidido vetar a una obra del 7º arte que les permitiría posicionarse en la industria cinematográfica? Por su argumento lésbico. La película está dirigida por una mujer, Kanuri Kahiu. Es una adaptación de una novela titulada “Jambula Tree” de la ugandesa Monica Arac. Cuenta la relación entre Zena y Ziki, que sienten una fuerte atracción la una por la otra. Pero al vivir en un entorno tan hostil, deben elegir entre ajustarse a las normas sociales aceptadas, o ser ellas mismas y seguir los impulsos de su propia naturaleza. Una historia tristemente real, que se repite en todos los rincones del mundo. A través del largometraje se reivindica uno de los Derechos Humanos más vapuleados, que es el derecho a amar libremente.
En Cannes está cosechando numerosos éxitos donde se presentó después de haber sido censurada en su propio país. Según el KFCB, su estreno fue vetado por ser una obra con una clara intención de promover el lesbianismo en Kenia. No olvidemos que en este país africano, las relaciones homosexuales son ilegales. Conllevan una pena de cárcel de hasta 14 años.
La película Rafiki compite con otras películas como Carmen y Lola de Arantxa Echevarría, por la Palma Queer. Este es un galardón que se otorga desde el año 2010 a las películas que exploran temáticas LGBT. Algunas de las premiadas en otras ediciones fueron Carol, de Todd Haynes. 120 pulsaciones por minuto, de Robin Campillo. O Laurence Anyways, de Xavier Dolan.
Pena de cárcel en Kenia para los homosexuales
La decisión de veto por la que Kenia censura este filme, fue controvertida. En un primer momento, Ezekiel Mutua, el director de consejo, la defendiera. Según él, es un ejemplo de la realidad actual en la que los jóvenes deben enfrentarse a los retos que les supone su propia sexualidad en un contexto como el de un país africano. Pero un mes más tarde el portavoz Nelly Muluka apoyaba públicamente la censura. Afirmaba que deben proteger a la familia como unidad básica y fundamental de su sociedad. Y que permitir que niños y jóvenes tengan acceso a contenido lésbico puede poner todo esto en peligro.
Kahiu, la directora, se ha mostrado decepcionada por esta decisión que además no considera muy coherente. Al fin y al cabo los keniatas tienen acceso a contenido LGBT sin restringir a través de Netflix, otras plataformas o incluso festivales internacionales. En realidad censurar esta película, no hará sino suscitar una mayor curiosidad por verla. El Consejo, consciente de esto ha advertido duramente que cualquier persona que se descubra en posesión de esta película se enfrentará a la ley acusado de homosexual. Sí, señoras, esto está pasando.
De esta forma Rafiki se une al listado de otras películas que Kenia censura y que no han pasado el visto bueno del Consejo. Como 50 sombras de Grey o El lobo de Wall Street, ambas por su contenido explícito en cuanto a violencia y sexo.
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