Hace unos días se vitalizó en redes sociales el hashtag #cuéntalo. A través de este hashtag, miles de mujeres de todo el mundo denunciaron las repetidas situaciones de agresión sexual vividas desde prácticamente la infancia.
Indignación general
El movimiento de el hashtag #cuéntalo se inició después del frustrante fallo de los magistrados en el mediático juicio de “La Manada”. Nombre por el que se conoce a los 5 individuos que, en los pasados Sanfermines, violaron a una joven de 18 años.
Durante demasiado tiempo, las víctimas de abusos sexuales y violaciones han tenido que soportar la carga del silencio. O el miedo ante la total impunidad de los agresores. Además de fuertes sentimientos de culpa y vergüenza reforzados por la reacción social. En algunos países la propia mujer es castigada por provocar en el varón una pérdida de control. Incluso por haber sido “mancillada” por un hombre que no es su marido. En España, se castiga a las víctimas sometiéndolas a un juicio moral. Qué llevabas puesto, por qué ibas sola, no debiste haber bebido tanto, tuviste una conversación un poco subida de tono y le provocaste, etc.
A menudo, por evitar criticas o que se ponga en duda su terrible historia, muchas mujeres prefieren no denunciar. Cuando se detiene y se juzga al culpable, la pena impuesta suele ser inferior que la de otros delitos que no vulneran la integridad física y psicológica de una persona, como robar.
Parece ser que el caso de los delitos sexuales, la víctima es culpable hasta que se demuestre lo contrario. Es decir, la mujer tiene que demostrar de múltiples formas que ha sido agredida. Sin embargo, ni un parte de lesiones ni varios vídeos de la violación, parecen ser suficientes. Estamos total y absolutamente desprotegidas, esa es la sensación que tenemos todas las mujeres en este país.
El hashtag #cuéntalo
Así pues el hashtag #cuéntalo surgió de forma espontánea. Para romper con esa vergüenza y ese temor que nos ha llevado a ocultar a las mujeres todas esas situaciones desagradables que vivimos de forma cotidiana. Sirve para mostrar que realmente vivimos en una cultura de la violación. Y que las actitudes de abuso no son la excepción sino la norma. No hay mujer que no haya sufrido a lo largo de su vida, ya no solo una, sino unas cuantas situaciones de acoso y agresión sexual.
Y ya está bien de silencio. Debemos exigir un cambio en de educación real. En la que se enseñe a los varones ya desde niños a respetar a sus compañeras como a iguales. Un cambio también en el Código Penal que castigue de forma ejemplar los delitos sexuales. Un cambio de enfoque en las campañas de concienciación donde no se culpabilice a la víctima. Por que estamos hartas de vivir en un mundo tan machista.
Hace unos meses hablábamos del fenómeno #metoo. Sirvió para denunciar las agresiones sexuales que suelen darse en el mundo del espectáculo. Gracias a todas las famosas que se hicieron eco, quedaron expuestos como depredadores sexuales algunos nombres conocidos como Bill Cosby, Harvey Weinstein, James Franco, Kevin Spacey y muchísimos otros.
En España esta semana se han destapado en redes sociales el acoso sexual de varios famosos. El fotógrafo Danilson Gomes (conocido como Longshoots), el cantante Mikel Izal y el cómico Antonio Castelo.
No nos van a callar.
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