¿Tienes miedo de la maldición del apagón sexual lésbico? Es habitual y normal que en una relación que se prolonga en el tiempo, se entre en algún momento en la rutina. Con el paso de los años se apaga un poco la llama de la pasión. Ocurre entre parejas homosexuales y heterosexuales. Sin embargo las lesbianas acarrean la fama de la conocida “lesbian bed death”, al atribuírseles a ellas una libido más baja que los hombres. ¿Qué hay de verdad en esto? ¿Mito o realidad?
Apagón sexual lésbico, ¿realidad o mito?
El apagón sexual lésbico es uno de los muchos estereotipos y generalizaciones que afectan a la sexualidad femenina. Incluso las propias lesbianas se hacen eco de ello y lo asumen como una realidad inevitable. Aunque no está realmente comprobado por la ciencia. Un estudio elaborado por los investigadores Pepper Schwartz y Philip Blumstein arrojó que un 47% de parejas lesbianas, al cabo de los años, sus relaciones sexuales se espaciaban a una vez al mes o incluso menos. El problema es que este estudio no hacía una comparativa con otro tipo de parejas, por lo que los datos están muy sesgados y no son muy objetivos.
Lo que sí parece cierto, según psicólogos es que las relaciones lésbicas son las que menos se resienten cuando la vida sexual disminuye. Esto es así porque las mujeres tienden a construir relaciones más sólidas basadas en la amistad, la conexión, el afecto y el intelecto.
Las mujeres y el sexo
La sexualidad femenina está todavía afectada por un montón de tabúes que frenan el pleno desarrollo erótico de algunas mujeres. Aún tenemos miedo de mostrar abiertamente nuestro deseo y excitación. Por miedo a parecer pesadas, demasiado activas o incluso que nos rechacen. Es importante cultivar la comunicación y asumir que no hay lugar para la culpabilidad en una vida sexual sana. Otra de las dificultades que se presentan en las mujeres, es que a veces no somos conscientes de nuestra propia excitación. Esto lo demostró la psicóloga Julia Heiman con un aparato llamado fotopletismógrafo, que sirve para medir la excitación física. Más o menos la mitad de las mujeres que sí estaban respondiendo físicamente a los estímulos, no se daban cuenta de ello.
Trucos para mantener la llama
Si queremos evitar sucumbir al apagón sexual lésbico, tendremos que trabajar en ello. Hay que entender que ese sexo genial y espontáneo del principio, con las hormonas revolucionadas, tiene un tiempo caduco. Y no pasa nada, porque las relaciones se componen de distintas fases, igual de enriquecedoras. Después, el erotismo hay que cuidarlo con más esmero, utilizando más la cabeza que el cuerpo. Incorporar nuevas prácticas, como iniciarse en el masaje sensual, puede ser una forma de prender la llama. Regalarse escapadas románticas de vez en cuando. Hacer uso de juguetes sexuales puede ser toda una aventura para ambas. O incluso podemos recurrir a suplementos afrodisiacos y geles especiales.
Se trata de explorar nuevas sensaciones y romper siempre que podamos con la rutina. Cualquier experiencia novedosa, ayudará a reavivar la llama.
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