La idea de una China LGTB se va volviendo cada vez más probable. Hay que decir que desde el año 2000 el aperturismo del gigante asiático ha sido espectacular. Al mismo tiempo, la entrada de extranjeros provenientes de otros países que eran más tolerantes en este sentido lo está haciendo posible. Hoy queremos hablarte de algunas de las nuevas medidas que se han tomado para avanzar hacia el proyecto de una China LGTB.
China LGTB: ¿qué queda por hacer?
Para nuestros detractores sin duda este artículo es una muestra más de los planes del lobby lgtb. Sin embargo, poco a poco entenderán que simplemente las cosas naturales acceden al espacio que por derecho les corresponde. Tal es el caso también de China. Esta país está en una etapa de superdesarrollo que tampoco está dejando al margen al colectivo LGTB. Y es que en cierto modo una China grande pasa por ser también una China LGTB. Es por ello que desde el año 2000, como en los demás campos, también en el de los derechos LGTB se han hecho grandes avances.
Por ejemplo, desde el año 2001 la homosexualidad no se considera una enfermedad. Abandonar esta consideración, que según el pensamiento científico actual, es una completa aberración, fue un paso más que significativo en pos de una China LGTB. Por otro lado, se están creando especialistas que pretenden educar a las nuevas generaciones en una conciencia más plural. Un aspecto crucial, ya que en China la educación juega un papel muy importante: más importante de lo que cabría esperar en un país con más de 1000 millones de personas. Lo normal es que la educación no tuviera el peso suficiente como para poder contar con ella para educar a los niños. Pero en China es una oportunidad gracias a la educación pública y universal.
¿Y qué hay de los países del entorno?
En general la cultura asiática siempre ha sido «conservadora». Al menos, podemos decir que ha sido conservadora a su manera, que es una forma muy distinta de la de occidente de serlo. Los referentes principales de China han sido en cierto modo Japón y Corea del Sur. Ambos países, influenciados por la cultura estadounidense, han conseguido implantar un modo de vida a caballo entre lo asiático y lo occidental. Esto, sin lugar a dudas, ha contribuido también a su propio crecimiento. Lo decimos porque una sociedad plural y abierta es capaz de atraer a profesionales cualificados. Ellos son en gran parte los que pueden traer ideas nuevas que hagan crecer a un país.
Por ello una China LGTB es un proyecto interesante. A pesar de la mala prensa que en algunos respectos tiene el país en todo el mundo, su nuevo aperturismo en lo que respecta al colectivo LGTB puede resultar muy fructífero. Habrá que esperar para saber cómo evolucionan las cosas. Por el momento asociaciones LGTB han denunciado sistemáticamente las terapias contra gays y lesbianas en el país. Poco a poco una China LGTB se hace posible. Deja tu comentario si tú también crees que en tu país deberían tomarse más medidas.
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