Con toda probabilidad más de una habrá oído hablar de los chemsex. Cómo no, son una moda reciente que entraña varios peligros de los que queremos hablar a continuación. Se debe a que han mostrado unos riesgos bastante altos en cuanto a relaciones sexuales. En concreto, en transmisión de ETS. Por eso y porque el colectivo LGTB en general es más vulnerable queremos daros algunos consejos.
Los chemsex, ¿qué es eso, niña?
Los chemsex son cócteles de drogas preparados para una noche de desenfreno, abuela. Consiste en mezclar varias sustancias con la intención de desinhibirse por completo. Lo que a priori parece de lo más divertido entraña en realidad una serie de riesgos que nadie debería asumir. Nos referimos a que, cuando se está en tal estado de excitación, todo es posible. Es así que muchas personas han contraído ETS por dedicarse a prácticas que de ninguna otra manera habrían hecho. Así, en muchas ocasiones los chemsex están encaminados precisamente a que hagamos actividades que ni teníamos pensado ni haríamos en ningún caso.
Con ello multiplican el riesgo de contraer ETS. Es por ello que queremos desaconsejarlas por completo. Hay que decir que si bien dentro del colectivo LGTB los más vulnerables son de largo los gays o, en general, quienes hacen prácticas de carácter anal no por ello quedamos excluidas las lesbianas. Esa es precisamente la razón por la que podéis encontrar algunos artículos sobre el tema en esta página web.
Nuevos problemas
Hay que decir que en décadas anteriores el contagio de enfermedades como el VIH estaba tan relacionado con el sexo homosexual como del consumo de drogas en sí. Todas conocemos el caso de alguien que por usar una jeringuilla usada se ha contagiado. Sin embargo, las chemsex traen un nuevo paradigma. Consiste en infectarse como consecuencia de haber ingerido dichas sustancias. Hacen que las personas se desinhiban tanto que puedan tener sexo con varias personas en una sola noche. Que lo hagan además sin protección y que asuman riesgos que normalmente no toman.
Añadido a esto está el uso de las drogas. Las chemsex engendran también adicción. Por ello es una manera de aficionarse a prácticas que muchas personas asocian como buenas. Las drogas quedan asociadas a momentos plancenteros y de desenfreno que, cada vez con más frecuencia quieren repetirse. Es por ello que por ser un colectivo especialmente vulnerable queremos advertir. Y es que tal y como han diagnosticado los expertos parece que detrás del chemsex hay algo más.
En principio hay carencias emocionales. Son ellas las que hacen que una persona se involucre en una práctica así. Para suplir dichas carencias se dedican al sexo desenfrenado. Igualmente, para conseguir realizarlo deben utilizar el chemsex para ponerse hasta arriba de drogas. Como consecuencia, después se sentirán peor y la única forma de mejorar será repetir de nuevo. Lo que advierten en definitiva los expertos es que es una forma de círculo vicioso. De él hay muchas víctimas en la actualidad. Por eso, y como te queremos sana y feliz queremos advertirte de los riesgos.
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