¿Eres celosa? ¿Hasta qué punto lo consideras normal? Los celos se pueden desencadenar en un montón de circunstancias. En ambientes profesionales, entre amigos o hermanos, en una pareja… Nacen de las comparaciones que hacemos de forma incontrolable con otras personas, de las cuales extraemos la idea de que saldremos perdiendo. Pero, ¿cuándo se convierten en algo patológico? ¿Cómo debemos gestionarlos? Si eres celosa, este artículo te puede interesar.

¿Eres celosa?

Los celos son una reacción intensa a nivel emocional que genera un fuerte malestar psicológico. Puede variar entre los nervios, la ansiedad, la rabia e incluso la paranoia. Aparecen cuando percibimos que una tercera persona puede resultar una amenaza para nuestra relación de pareja.

Socialmente se ha construido la idea de que los celos son algo romántico. Una expresión del amor (“si está celosa es porque me quiere mucho”). Esto lleva a justificar actitudes celotípicas nada saludables como controlar las actividades de la pareja, comportarse de forma victimista para llamar la atención, exigir amor de forma inapropiada, manipular a la otra persona de distintas maneras, chantajearla, etc. Al final, la dinámica de la pareja se convierte en algo dañino, donde el sufrimiento y la satisfacción están presentes la mayor parte del tiempo.

Cuando eres celosa debes esforzarte en trabajar tu baja autoestima. La persona que sufre celos tiende a compararse con los demás y en esta comparación se percibe débil e inferior. Esto le lleva a sentir que cualquier otra podría sustituirle fácilmente en la relación. Pues, según su punto de vista, no tiene nada suficientemente valioso que ofrecer para retener a su pareja.

Para evitar llegar a este punto, la persona celosa se esfuerza en criticar duramente a todo el mundo para otorgarse valor, quitándoselo a los demás. También suele derivar en ideas de posesión. Muchas personas, por desgracia, se sienten dueñas de sus parejas y tratan de controlar su forma de vestir, su tiempo, sus amistades y sus conversaciones. De esta forma intentan impedir la aparición de esa rival imaginaria que podría arrebatarles lo que tienen.

Celos justificados o infundados

A veces los celos están justificados. Por esa misma falsa idea de que son indicativos de amor y pasión, algunas personas tratan de crear situaciones que provoquen celos en su pareja. Hay personas que jamás han sido celosas y al iniciar una relación con una persona en concreto, sienten que los sentimientos de inseguridad les estallan dentro. Alerta: estás en una relación tóxica. Si no puedes estar relajada con tu pareja, si de repente eres celosa, si algo te dice que no puedes confiar, es mejor que la termines cuanto antes.

Los celos son una emoción que todos hemos sentido alguna vez. Y muy destructiva si no aprendemos a racionalizarla y gestionarla adecuadamente. Algo crucial que hay que interiorizar es que somos nosotras las responsables de esos sentimientos. Es la persona celosa quien debe aprender a manejar sus emociones en vez de culpar a la pareja y pretender que cambie su forma de ser, para tranquilidad de quien sufre de celos. Una vez entendido esto, podremos pasar a trabajar en nosotras mismas. Comprender qué falla en nuestra autoestima y aprender a querernos más. A veces, no está de más acudir a un profesional de la psicología. Ellos nos proporcionan las mejores herramientas para aprender a valorarnos a tope. La vida y las relaciones son mucho mejores sin celos, ¡eso seguro!