Puede que hayas sufrido discriminación laboral por homofobia y no hayas sabido como actuar. A continuación te damos algunos consejos para afrontar la situación.

Discriminación laboral por homofobia

El trabajo es un lugar en el que pasamos gran parte del día junto con un grupo de compañeros que casi se convierten en una segunda familia. Por eso el entorno laboral debería ser un espacio seguro, en el que poder mostrarnos tal y como somos sin miedo ni riesgo a repercusiones. Pero claro, eso es algo que no suele depender de nosotros ya que nos pueden tocar jefes o colegas poco amigables, homófobos, intolerantes e incluso acosadores.

El problema es que dependemos de nuestro empleo para sustentarnos. Esto hace que las situaciones de agresión y discriminación laboral por homofobia sean más dañinas. La víctima llega a sentir que no hay escapatoria. Los efectos psicológicos pueden ser diversos y desembocar en problemas graves de ansiedad o depresión. Así pues, aguantar no es una opción, ya que la salud, a todos los niveles, se va a ver afectada.

¿Qué se considera discriminación?

Los comentarios camuflados en broma, las actitudes despectivas o el prescindir de una compañera homosexual en actividades, reuniones o comidas, son indicios de discriminación. Esto provoca que la víctima se aísle, al no ser tomada como parte del grupo. Mucha gente, por miedo a ser acosada o a que le hagan el vacío, prefiere no hablar sobre su orientación sexual. El entorno laborar es el ámbito en el que más discriminación padece el colectivo LGBTI. Las cifras apuntan a que el 60% sufre discriminación laboral por homofobia. Y la mitad prefiere no salir del armario en el trabajo. Aún así es común tener que escuchar chistes rancios sobre homosexuales que ya de por si generan un clima desagradable.

¿Qué hacer?

El primer paso es enfrentar a tus compañeros con calma para frenar situaciones ofensivas. De forma didáctica. Al fin y al cabo hay mucha gente que se deja llevar sin ser conscientes del daño que pueden hacer. Hazles ver que su conducta te afecta y pídeles que cambien su actitud.

Si a pesar de todo el ambiente sigue enrarecido, lo recomendable es hablar con los superiores. La empresa tiene la obligación de proteger a sus empleados de cualquier situación de acoso. No olvidemos que la homofobia puede derivar en un delito.

Es muy importante, para erradicar estas conductas, denunciar públicamente los  casos de discriminación. Ninguna empresa desea ensuciar su imagen con un escándalo de homofobia, y puede ser una manera de hacer que tomen las medidas adecuadas.

Si los hechos pueden ser considerados como delito, conviene estudiar la posibilidad de interponer una demanda judicial. La asociación LGTBI de tu ciudad te puede asesorar, ya que suelen tener (por desgracia) experiencia con estas cosas.

Por último, si te está afectando mucho y es insostenible, plantéate encontrar otro empleo. No es justo, pero es lo más sano. Las situaciones de agresión pueden dejar más secuelas de lo que pensamos.

Lo más importante es que sepas que no estás sola. Apóyate en tu gente de confianza, refúgiate en espacios seguros y cuida tu autoestima. Juntas, salimos siempre adelante.