Recientemente ha aparecido una moneda gay, (el Token) que sin duda puede suponer grandes cambios para todo el colectivo LGTB a nivel global. En este artículo queremos explicaros un poco más acerca de en qué consiste y qué cosas buenas y malas puede tener.
Una moneda gay: pero ¿cómo es eso?
La idea de una moneda gay es posible. Probablemente todas conozcáis ya el llamado Bit Coin. Consiste en un tipo de dinero virtual que puede emplearse prácticamente para las mismas cosas que el dinero real. Pues bien, este tipo de divisa puede utilizarse para muchas cosas. En concreto, también para buenas cosas. Y es que la iniciativa de una moneda gay (que por cierto ha nacido Hong Kong) parece tener muchos puntos a favor. Digamos que sería un canal por el cual cualquier persona interesada en ayudar al colectivo LGTB podría hacerlo. La prioridad de dicha ayuda se focalizaría en ayudar a cualquier persona perteneciente a este colectivo que pudiera estar en problemas en el mundo.
En efecto, tal podría ser el caso de algunas personas homosexuales perseguidas en su país. La plataforma y, en general, la moneda gay, podría ayudarles a escapar de tan penosa situación. Lo que se quiere es crear fórmulas para poner a disposición de todas las personas del colectivo LGTB que lo necesiten los medios. Igualmente, también podrían utilizarse dichos medios obtenidos de la moneda gay para financiar campañas o, en general, cualquier iniciativa que tuviera que ver con ello.
Inconvenientes que se plantean
Esta iniciativa de la moneda gay tiene detractores, sin embargo. En concreto, algunas personas piensan que es una iniciativa un poco «mercenaria». Consideran que en el fondo lo que conseguirá esta moneda gay será hacer una especie de «endogamia» gay. Es decir, este tipo de monedas se utilizará para potenciar más unos negocios que otros (negocios gay friendly), lo cual no es malo: sin embargo, dicho dinero podría ayudar a que se montara algo así como un lobby económico lgtb donde lo lgtb se mercantilizara hasta lo absurdo.
Es decir, que dicho dinero pudiera servir para afianzar a determinados empresarios que se hicieran millonarios gracias a la etiqueta gay friendly. Y es que hay que decir que lo gay friendly en muchos casos se ha convertido en una marca. Una marca con bastante potencial, por cierto. Y sobre esto ya han tomado buena nota las personas que quieren sacar lucro de ello.
Por otro lado, hay quien dice que les parece una forma poco adecuada de luchar. Algunas personas en el colectivo LGTB consideran que la lucha debe hacerse de forma distinta. Que una moneda gay es como una iniciativa muy snobista. Es decir, que prefieren el modelo de lucha clásica propuesto entre otros por figuras como Harvey Milk. Lo cierto es que el potencial de la moneda gay es enorme. Tanto que incluso puede que asuste en la actualidad a muchos miembros del propio colectivo. Hay que decir que, sin embargo, sus posibilidades son infinitas. Puede de hecho cambiar no sólo el curso de la lucha del colectivo LGTB sino la de las luchas sociales en general.
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