Existen muchos mitos sobre la homosexualidad, sobre todo durante la adolescencia. Cuando llega la pubertad se produce un fuerte despertar de la sexualidad. Casi todas las personas durante la adolescencia hemos de pasar por varias etapas. En esta edad, sexo es un misterio muy atrayente, tanto la sexualidad propia como la de amigos y compañeros es objeto de curiosidad. También es muy común que aparezcan dudas acerca de la orientación sexual. Con el tiempo todos los adolescentes descubrirán si son homosexuales, hetero o bisexuales.

Los mitos sobre la homosexualidad más extendidos

El problema es que la desinformación al respecto sigue siendo una asignatura pendiente. Del mismo modo que los jóvenes manejan datos erróneos con respecto a la sexualidad, lo mismo ocurre con la orientación sexual.

Tener pensamientos homosexuales me convierte en homosexual

Es muy frecuente fantasear, tanto durante la pubertad, como durante la edad adulta.  Tener pensamientos eróticos con personas del mismo sexo es normal. También les ocurre a la inversa a los adolescentes que más adelante se definirán como gays o lesbianas. Todo forma parte del camino del autodescubrimiento. Incluso puede ocurrir que nos sintamos atraídas de forma puntual por una persona de un sexo que no se corresponde al de nuestra orientación sexual.

A las lesbianas se les nota

Que una chica tenga una apariencia más masculina no significa que sea lesbiana. Se puede tener un estilo femenino y sofisticado y ser homosexual. O tener un comportamiento y aspecto absolutamente tomboy y ser hetero. No saquemos nunca conclusiones por las apariencias.

Los gays tienen pluma

Este es otro error  de tantos entre los mitos sobre la homosexualidad. Además ha dado lugar a un fuerte rechazo conocido como plumofobia. El amaneramiento no está relacionado con la orientación sexual ni el aspecto físico, y es una forma de expresión que debemos respetar. Por favor, rechacemos cada intento de parodiar o ridiculizar la pluma.

La homosexualidad se elige

Nadie puede escoger su orientación sexual. Todavía no se sabe cuales son los mecanismos científicos que determinan la orientación sexual. Lo que está claro es que nacemos así y no podemos elegir ser de una forma o de otra.

La homosexualidad no es natural

Este es uno de los mitos sobre la homosexualidad  que más daño hacen y el argumento más esgrimido por las personas homófobas. Que algo sea menos frecuente numéricamente hablando, no lo hace menos natural. ¿Por qué existe esta inclinación en la naturaleza? No se sabe, pero el caso es que existe en un porcentaje considerable tanto en humanos como en otros animales.

La homosexualidad tiene cura

Hay que tener muy claro este punto, sobre todo si eres un adolescente homosexual en un entorno intolerante. Ya hemos visto que en lugares como China aún se aplican terapias de conversión sexual. De hecho existen propuestas de este tipo, especialmente por parte de grupos religiosos que insisten en que es posible curar la homosexualidad. En primer lugar no es una enfermedad que deba ser curada. En segundo lugar, estas pretendidas terapias de reconversión tiene un elevado componente de maltrato físico y psicológico. Es de vital importancia que ningún joven se deje atrapar por esta idea. La necesidad de aceptación es muy fuerte, pero no eres tú quien debe cambiar. Grábatelo a fuego.

La vacuna más efectiva contra la discriminación homofóbica es la información. Poco a poco vamos dando pasos hacia una sociedad más igualitaria y respetuosa con las minorías. Sin embargo aún queda mucho por hacer para tirar abajo todos los mitos sobre la homosexualidad.