Hablemos del famoso desfile de Dulceida. Sé que ya se ha hablado suficiente del tema. Se que la cosa ha hecho que corran ríos de tinta. Sin embargo, no podíamos dejar pasar por alto esta ocasión. Lo cierto es que apetece, aunque puede que no sea apto para las más fans de Dulceida.
El desfile de Dulceida
Vamos a ver, partamos de una base para hablar del desfile de Dulceida: no se te puede dar todo bien. Soy consciente de que, sin embargo, resulta algo ingenuo pensar que el mundo funciona así. Me explico. Sé perfectamente que en la actualidad no depende de que algo se te de bien o no el hecho de que triunfes. Un triunfo es de hecho bastante relativo. Por triunfo se entiende que hablen de ti, y nada más. Desde ese punto de vista, el desfile de Dulceida fue todo un éxito. Sin embargo, desde el primer punto de vista (el clásico) no se dio bien. Y no tenía de hecho porqué darse bien. Porque vuelvo a repetir, no todo se te puede dar bien.
Lo que ocurre es que en el caso de Dulceida eso da igual. Porque no es especialmente…nada. He visto el desfile, y pssst. Tampoco es que sea experta en eso. Pero sé que no estaba bien. Que desde el punto de vista formal no estaba bien. Que eso a una modelo no se lo consienten. Pero a Dulceida sí, ¿por qué? porque es Dulceida. Pero no es modelo. El desfile de Dulceida lo dejó claro.
Ella misma lo dice
Ella misma lo dice: «a ver, no soy modelo». Pues eso, que el evento estaba hecho para lo que estaba hecho. Y que una colección de «influencers» desfile no tiene otro propósito que el de la promoción a cascoporro. No es que yo sea muy devota de los desfiles, tal y como he dicho, pero gente con talento hay en todas las artes. ¿Qué pensarán las chicas que quieren ser modelo? ¿Qué pensarán los músicos que después de años de brega nunca han tocado en la sala Galileo de Madrid y ven como Yellow Mellow y Laura Escanes lo hacen como quien se da un capricho? El desfile de Dulceida es lo mismo.
Pues lo dicho, que no se te puede dar bien todo. Y creo que a mi personalmente no se me da muy bien tolerar estas cosas. Ya lo dije en un anterior artículo. No me meto con Dulceida, es sólo que prefiero otros referentes, para mi y, en general, para todas las chicas que sigan creyendo (puede que ingenuamente) que, aunque no todo se te pueda dar bien, si algo sí sabes hacerlo puedes ser la mejor.
Y que puedes pensar que el sitio que te corresponde no estará siempre ocupado por una influencer que diga, después de vivir lo que hubiera sido tu sueño, que «ha sido una experiencia más». En fin, ahí dejo mi opinión sobre el desfile de Dulceida. Ya me he quedado agusto. Pero lo cierto es que el dichoso desfile de Dulceida dio mucho que hablar. Aunque sospecho que no en esta misma línea que yo propongo. Deja tus comentarios con tu opinión, estaremos encantadas de leerla.
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