El término andrófilo parece que tristemente está ganando adeptos. Se debe a que el término ha sido asimilado por la extrema derecha. En sus eternas pretensiones por «demostrar» que la homosexualidad es un comportamiento social o una especie de construcción identitaria a partir de preceptos sociales, esta palabra les vale (según ellos) para corroborar sus tesis. Queremos hablar precisamente de este término. Andrófilo fue ingenuamente acuñado por un gay. Creo que de hecho tiene que ver con el término Queer.

Andrófilo, no gay

La historia de la palabra tiene como protagonista a un gay. El término andrófilo fue acuñado por él mismo para desmarcarse tanto de la palabra homosexual como de la de gay. Para él, la primera tenía reminiscencias clínicas. La segunda hacía referencia a un hombre afeminado. Si nosotras podemos entender a qué se refería con andrófilo parece que no todas las personas pueden hacerlo. En efecto, la extrema derecha ha tomado el término para desacreditar a todo el colectivo LGTB. Según ellos, andrófilo quiere decir «un chico al que le atraen los hombres». Con ello pretenden subrayar el eterno tópico de la desviación. Así lo que en principio fue un intento por definirse a sí mismo por parte de un gay está siendo empleado por parte de estos grupos para hacer prosperar sus propias teorías.

Una está ya más que cansada (y de hecho pasa) de desacreditar dichos puntos de vista. La homosexualidad no es un opción. Existe de manera previa a cualquier forma de organizar una sociedad. Prueba de ello es que se da en todas las sociedades. Otra prueba es  que en unas se reprime y en otras no. Eso quiere decir que es un hecho que objetiva e independientemente de las circunstancias se da. Es así, y punto. Otra cosa es que se quiera aceptar. Como ya sabemos en estas latitudes, Europa es experta en querer discutirlo todo. En aferrarse a criterios (lo cual no está mal) muchas veces más allá de sus posibilidades (lo cual sí es un error).

No son los únicos

Desafortunadamente el término está siendo acogido por algunos gays. En efecto, cada vez son más los gays que se identifican con ese término. No son conscientes de que el problema no es que ellos no se identifiquen con el prejuicio que sobre los gays tiene la sociedad. El problema es precisamente ese prejuicio. Cambiar una palabra porque tiene connotaciones negativas no es la solución. La solución es que deje de tenerla. Por ejemplo, hasta hace unos años gays o bollera era un insulto. Hoy en día, la comunidad LGTB la ha asimilado y de hecho ha conseguido en gran medida que la sociedad entienda que es como llamar a alguien «pelirrojo». No es un insulto. Así pues, el término andrófilo puede tener sus puntos positivos.

Sin embargo, no debería valer para distanciarse del colectivo. En cierto modo es lo mismo que pasa con el término «Queer». Como si el colectivo LGTB fuera una cierta forma de ser homosexual. Cada uno que lo sea como quiera. Después de eso, todo es luchar contra la discriminación y los prejuicios. Un andrófilo parece ser simplemente un hombre al que atraen los hombres. Sin embargo, ser gay es mucho más que un simple atractivo. Es de hecho una realidad existencial donde se está dispuesto a compartir tu vida con otra persona que resulta ser de tu mismo sexo. En realidad, dichas etiquetas (todas) deberían desaparecer. A largo plazo la de andrófilo también, claro. Incluso la de lesbiana. Sumar etiquetas no me parece idóneo. Deja tu comentario expresando tu opinión sobre el tema.