¿Sabías que las lesbianas somos las más fieles? La fidelidad está pasando a considerarse algo cool. Tanto entre parejas heteroxuales como entre gays y lesbianas. La prueba de ello la encontramos en una exhaustiva investigación que se realizó a partir de encuestas comparadas en un intervalo de 30 años. Las muestras recogen datos de mujeres y hombres de todas las orientaciones sexuales.

Resultados de la encuesta de fidelidad

Lo primero que se extrajo de este estudio es que en el año 2000 se cometían menos infidelidades que en el 1975, cuando se realizó la primera encuesta. Parece que la cornamenta está pasando de moda. Pero analizando más detalladamente los resultados, los expertos concluyeron que las parejas sobre las que la disminución de cuernos era más notable, eran las gays. Los datos indicaban que la tasa se había reducido de un 83% a un 59%.

Por otra parte, los deslices fuera de la pareja de las mujeres heterosexuales bajó del 23% al 14% y el de hombres hetero, del 28% al 10%. Y entre parejas lesbianas, la cifra descendió de un 28% a un 8%. Esto muestra que las bolleras valoramos más la fidelidad, aunque la tendencia a evitar aventuras fuera, parece estar convirtiéndose en la norma general. Pero, ¿por qué?

Miedo a las ETS y a la soledad

Según los expertos, la alarma causada por el SIDA en los años 80 y posteriormente la de otras enfermedades de transmisión sexual, podría estar detrás de que las personas sean más cautelosas en cuestiones de sexo. También cabe la posibilidad de que las parejas entiendan la monogamia como algo tranquilizador. Al fin y al cabo vivimos una realidad cotidiana bastante inestable a todos los niveles. O que, simplemente, la vida que llevamos sea tan loca y ajetreada, que tengamos menos tiempo para echar una canita al aire. La cuestión es que la fidelidad no está en absoluto relacionada con la estabilidad de la pareja. Así que no hay que dejar de esforzarse nunca para evitar caer en la rutina. Solo así se podrá mantener la chispa durante mucho tiempo.

Otras opciones

En el lado opuesto están las parejas poliamorosas, una opción que pretende romper con las normas impuestas por la monogamia. En este tipo de relación se elimina el concepto de fidelidad o infidelidad.El poliamor, aunque no es un invento reciente, está siendo reclamado cada vez por más voces. Una tendencia en alza. O más bien la recuperación de una tendencia. De hecho, la monogamia se instauró por motivos económicos. Así, las herencias de los padres eran más sencillas de distribuir. Después, los victorianos del siglo XIX con su espíritu idealista, nos dejaron la idea del amor romántico. Algo que ha causado y sigue causando mucho daño. Muchas sociedades, a lo largo y ancho del mundo, permiten la poligamia. Si bien es cierto que suele ser el varón el que sale beneficiado.

Sea como sea, lo importante en cualquier tipo de relación humana es la sinceridad y el compromiso emocional. Si alguien no es capaz de ser fiel porque necesita el contacto con más de una pareja, tal vez debería plantearse si la monogamia es lo suyo. Existen tantos tipos de relaciones como personas. Lo crucial, para el bienestar de todos, es respetar a la otra, decidiendo una serie de normas en un acuerdo mutuo.