La bifobia es un fenómeno menos conocido y visibilizado que la homofobia. Y sin embargo las personas de este colectivo deben enfrentarse a una fuerte estigmatización. Incluso dentro de la propia comunidad gay y lesbiana. ¿Alguna chica bisexual en la sala? Que levanten la mano aquellas que alguna vez se han sentido discriminadas por lesbianas. Unas cuantas, por no decir la mayoría.

Por qué existe la bifobia

Los prejuicios hacia la bisexualidad surgen principalmente porque estamos sujetos a una concepción cultural fuertemente binaria de la sexualidad humana. O eres homo o eres hetero. Cierto que cada vez se están visibilizando otras formas de entender el amor y el sexo. Pero también es verdad que, como sociedad, aun estamos muy sujetas a los patrones más tradicionales.

Esto lleva a muchas personas bisexuales a tomar la decisión de definirse o bien como heterosexuales o bien como lesbianas, por la necesidad de encajar y ser aceptadas por alguna de ambas comunidades.  La bisexualidad es una condición profundamente incomprendida y marginada hasta el punto de llegar a plantearse si realmente existe como orientación sexual.  Además, cuando una persona decide expresar públicamente esta preferencia, se encuentra en una situación mucho más vulnerable que el colectivo homosexual. Y es que aún no se ha realizado ningún tipo de investigación para el desarrollo de políticas que prevengan la bifobia. Esto quiere decir que están desamparados e invisibilizados. La persona bisexual pertenece al colectivo LGBT pero a la vez no. Esta posición fuera de lo que podríamos llamar “monosexualidad” les sitúa en un terreno que para muchas resulta amenazante. Y entonces aparece la bifobia.

Prejuicios contra bisexuales

Todavía existen mucha ignorancia con respecto a esta orientación sexual, lo que provoca continuas actitudes de clara bifobia. Pero, ¿cuáles son los principales prejuicios o clichés a los que se enfrenta una bisexual en el colectivo lésbico?

  • “Nunca me liaría con una bisexual”, es una de las frases comunes. ¿Te suena? Y es que parece que para muchas lesbianas es fundamental que las mujeres presenten su pedigree o su acreditación de “boyera pura”. Detrás de esto no solo se esconde la bifobia y el desconocimiento, si no también una importante inseguridad o falta de autoestima. Algunas mujeres no pueden soportar la idea de que su chica haya tenido contacto con un hombre y llegan a sentirse abrumadas por los celos. Hay quien piensa que una mujer bisexual tiende a echar de menos al otro sexo mientras está en una relación. De esta forma parece darse a entender que la persona “bi” es incapaz de comprometerse o de amar en exclusividad.
  • “¿Te gustan más las mujeres o los hombres?” ¿A que también te resulta familiar? Otro rasgo de bifobia es pretender que esta orientación sexual es una especie de capricho y las personas de este colectivo agrupan a las personas y eligen según el día, como quien decide ponerse falda o pantalón. Además hoy en día los roles de género están muy difuminados por lo que comienza a ser cada vez más absurda esta clasificación tan cuadriculada.
  • “En realidad eres lesbiana pero aún no has salido del armario” o su variante “En realidad eres hetero y solo tienes curiosidad”. Estas frases muestran de nuevo una fuerte bifobia basada en el concepto binario de la sexualidad. Parece inconcebible que alguien pueda sentirse atraída por la gente sin importar el género. Cuestionar la orientación sexual de alguien, además de maleducado es muy irrespetuoso.

Si tú, como mujer lesbiana, te identificas, un tirón de orejas y al rincón de pensar. Ya es hora de que dejemos de discriminarnos entre nosotras. Más amor y menos prejuicios.