Sentirse atraídas por otras mujeres y no por hombres, o al menos en exclusividad, es algo que la sociedad castiga. Así, encontramos una larga lista de clichés de lesbianas que hayamos escuchado en más de una ocasión. Probablemente, tampoco la última.

Cuáles son los clichés de lesbianas más típicos

Los clichés de lesbianas son algo que vamos aprendiendo desde la tierna infancia. Los comentarios de los adultos, lo que escuchamos en las películas y en la televisión… Son muchas las fuentes que nos van instruyendo en el arte de catalogar a los demás.

Hemos querido hacer una recopilación de los mejores, con la esperanza de que algún lector o lectora prejuicioso aprenda algo.

Las lesbianas son todas unas «marimacho»

Este es, casi con total seguridad, uno de los clichés de lesbianas más extendidos. Tener carácter no es algo característico de las mujeres; nótese la ironía. Ser mujer significa vestir bien femenina y saber comportarse. Quienes se atreven a desafiar esta norma dejan de ser consideradas mujeres, para pasar a ser las «marimacho». No son mujeres, pero tampoco son hombres.

Decir lo que se piensa, hacerle frente a quien nos ataca o tener temperamento nos cataloga como lesbianas sin tener por qué serlo. Al mismo tiempo, si lo somos, se nos relaciona con todo aquello que socialmente se atribuye al hombre. La cuestión es no dejarnos tranquilas.

Las lesbianas odian a los hombres

Otro de los clichés de lesbianas más populares. Ser lesbiana es algo que se elige, y lo elegimos porque odiamos a los hombres. El despecho nos lleva a alejarnos de ellos hasta el punto de comenzar a sentir atracción por el otro sexo, es decir, el nuestro.

O estás con ellos o están contra ellos. Este es el dicho que perfectamente podría definir a este absurdo cliché. Para la sorpresa de muchas personas, el lesbianismo nada tiene que ver con el odio a los hombres. Es más, no tiene absolutamente nada que ver con ellos. Debe doler no tener el protagonismo.

Siempre hay una que hace de hombre

El ego herido ataca de nuevo. El tercer lugar para los clichés de lesbianas más oídos es para la creencia de que tiene que haber un hombre en la relación. La gran Ellen DeGeneres dijo una vez que preguntar quién es el hombre en una pareja de lesbianas, es como preguntar a dos palillos chinos quién hace de tenedor.

Debe ser difícil de asimilar que puede existir una relación en la que no haya un falo. Sin embargo, ¡es posible! Nadie hace de hombre y nadie hace de mujer, puesto que se trata de dos personas con una identidad propia. Quizás se deba a esa supuesta necesidad de protección o a, como decíamos antes, que las mujeres parece que no podemos tener una personalidad fuerte. En cualquier caso, ese rol sobra.

No hay satisfacción sexual sin un falo

Por último, pero no menos importante, encontramos en nuestro listado de clichés de lesbianas a la necesidad de incluir a un falo. Si no necesitan a un hombre, ¿por qué utilizan penes de plástico?

Lo cierto es que los vibradores, consoladores y demás juguetes tienen formas y tamaños muy variadas. Aquellos que tienen forma de pene, son solo una categoría entre muchas. Estos divertidos aparatos poseen un diseño que se adapta a la vagina de la mujer. Además, en muchos casos, permiten estimular directamente algunas zonas como el punto G, algo más complejo para un pene.

Los clichés de lesbianas no acaban aquí, la lista es larga y pesada. Pero lo mejor que podemos hacer es tomárnoslo con humor. Al final y al cabo son solo eso, clichés de lesbianas.