Frozen va a ser la primera princesa Disney lesbiana. Ocurrirá en 2018 y podemos decir ya a estas alturas que está prácticamente confirmado por la compañía de animación. En efecto, tal y como nosotras mismas adelantamos hace tiempo, se inició hace unos meses una campaña muy fuerte. Finalmente se ha conseguido. Vamos a explicar cuáles serán las posibles repercusiones.

Frozen: lesbiana y precursora

Frozen puede suponer un precedente importante en una industria vital. Disney es, sin duda, la compañía que más contenido infantil produce al cabo del año. Este paso de convertir a Frozen en lesbiana es muy importante por lo mismo. Puede ser la ocasión de hacer que la visibilidad lésbica cuaje como un acontecimiento natural en las sociedades futuras.

Es de hecho una forma de contribuir a que muchas niñas no sientan los conflictos tradicionales de una sociedad que no les ofrece referentes alternativos a lo «hetero» hasta mucho más adelante, en muchos casos cuando ya están bastante confundidas. Así pues, es positivo que una niña pueda identificar su sexualidad respecto de una imagen «oficial» y amparada socialmente. Es decir, es crucial hacer sentir a las niñas del futuro que no están solas. Eso, con toda seguridad hará que tengan menos conflictos consigo mismas (cosa demasiado frecuente aún). De paso, puede ayudar a que el resto de niños acepten con naturalidad el hecho.

¿Qué cosas negativas puede haber?

Tristemente, vivimos en una sociedad muy hipócrita. Hay muchas personas que dicen no ser homófobas o racistas «pero»… es más, hay muchas personas que no tienen comentarios o actitudes de ese tipo no porque tengan respeto sino porque temen las posibles consecuencias (legales, de repudio social, etc.) Sin embargo, Frozen en este sentido puede ponerlo más fácil. Pongamos el caso de que Frozen, exactamente igual que cualquier otra princesa Disney tiene sus fans entre las niñas (y niños).

¿Qué ocurrirá cuando sean los propios padres los que se nieguen a comprar el traje de princesa de Frozen a sus hijas? ¿Qué hará Disney si eso sucede? La respuesta es clara: la eliminará por no dar resultados. Lo trágico de esto es que Frozen se puede convertir en el centro de mucha discriminación. Discriminación que cuando se trata de decirla abiertamente y a personas queda soterrada. Sin embargo, cuando se trata de cosas más livianas la gente se relaja y deja salir sus trapos sucios.

Frozen: peligro de discriminación

No me extrañaría que existiera un caso donde se metieran con una niña por llevar el traje de Frozen por ser una princesa Disney lesbiana. ¿Por qué? Porque Frozen será antes que cualquier otra cosa lesbiana. No sé si me estáis entendiendo. Queda muy claro en el episodio que hubo en el Día del Orgullo y la camiseta que llevaban los padres de una lesbiana. Un gesto precioso. Sin embargo, esperamos que una sociedad demasiado hipócrita no aproveche para verter sobre Frozen toda su discriminación.

Y si así sucediera, nosotras la defenderemos con uñas y dientes. Exactamente igual que a cualquiera de vosotras. Por lo demás, sacad el champán para celebrarlo. ¡Viva Frozen!