Un bebé sin género parece haber nacido en Canadá. Más bien, es su padre quien quiere que sea así considerado a efectos legales. En efecto, el padre de la criatura está luchando para que su niño no sea inscrito en los registros como niño. Quiere que se le inscriba como una persona sin género. Considera que dictaminar el sexo de un niño recién nacido es en cierto modo acosarle para que se defina su género. El padre prefiere que, cuando sea mayor, el bebé elija. El caso es que el tema está suscitando polémica en Canadá. No se sabe hasta qué punto debe ser cosa del padre definir a su hijo como intersexual.

Bebé sin género: ¿decisión del padre?

La controversia que se ha suscitado viene en realidad de que la sociedad no sabe si es correcto lo que propone el padre. Es decir, lo que ha ocurrido es que la sociedad en general no sabe cómo tomarse este precedente. Puede que en el futuro esto sea lo más normal del mundo. Es posible que de hecho nos estudien y les haga gracia lo conservadores que éramos y las reticencias que en general se tienen para estos temas.

No es de fondo una simple cuestión de sexualidad. Es también una cuestión de tutorización. Todas sabemos lo que se piensa de fondo por parte de quienes ven en esto una mala iniciativa: el padre está incentivando al niño a que se convierta en el futuro en una persona intersexual. Si lo pensamos bien es muy parecido a cuando se planteó la idea de que lesbianas y gays pudiésemos adoptar hijos.

Haciendo un leve repaso a la hemeroteca nos damos cuenta de que lo que pasó en aquella época con aquél tema puede ser muy parecido a esto. Es posible que lo mejor sea que el niño elija su sexo cuando sea mayor. Puede que la culpa sea nuestra.

¿Qué ocurrirá en el futuro?

¿Es posible establecer una sociedad sin género? La cuestión de la orientación sexual es en cierto modo algo «personal». La sociedad puede no inmiscuirse en ello. Prueba es que ni siquiera debe figurar cuál es tu orientación sexual en tu carnet. Sin embargo, con el género es distinto. En un carnet de identidad la cuestión del género viene definida exactamente igual que tu domicilio. Esto se debe a que el género es sobre todo un arma política. Quizás la cuestión de un bebé sin género sea una excepción.

Es difícil concebir al ser humano sin ese «control». Si bien es cierto que supone un acoso, también es cierto que forma parte de los patrones elementales que la mayoría de sociedades requieren para organizarse. Ciertamente, podríamos considerar el tema de la intersexualidad como el tema de los apátridas. Hoy es difícil de asumir para la mayoría de las personas que alguien se considere «de ningún país».

Nos gustaría conocer tu opinión sobre el tema. Es el colectivo LGTBI quien debe debatir sobre el tema del bebé sin género y en general de las alternativas intersexuales. Te animamos como siempre a que participes y te sumes al debate.