Que la homosexualidad masculina está más aceptada que la femenina es algo de lo que no cabe duda. Los hombres llevan ventaja también en esto. De ahí que reivindicar la visibilidad lésbica sea aún una asignatura pendiente.
A finales de los 90 Jaime King y Frankie Rayder fueron fotografiadas en un intenso abrazo que dejaba traslucir una semioculta historia de amor. Jaime, conocida por participar en la serie «Heart of Dixie», cumplía aquel día 21 años y estaba radiante. Muchos piensan que hablar de lesbianas es cuestión de morbo pero la visibilidad lésbica es una demanda del colectivo en todo el mundo.
Visibilidad lésbica en las pasarelas
Las lesbianas estamos discriminadas por partida doble: por ser mujeres y por ser homosexuales. Sin embargo, el mundo de la moda parece escapar a esta tendencia. El ámbito de las pasarelas es uno de los pocos en los que las minorías empiezan a ser bien aceptadas. Aquí se rompen los convencionalismos.
Gracias a ello, la industria de la moda está contribuyendo, quizá sin proponérselo, a la visibilidad lésbica. En este sector existen pocos tabúes. La libertad de vivir la sexualidad sin ocultarse es mayor que en otros ámbitos.
Una de las casas que ha contribuido, más o menos veladamente, a la visibilidad lésbica es Chanel. Sobre todo desde que Karl Lagerfeld lanzó campañas en las que sus protagonistas eran novias en la vida real. Abbey Lee Kershaw y Freja Beha Erichsen protagonizaron una en 2010. La pareja más reciente es la formada por las modelos Natalie Westling y Vittoria Ceretti, prevista para la campaña de este otoño.
Otra de las embajadoras de la marca, la actriz Kristen Stewart, salió del armario del armario haciendo de la visibilidad lésbica su bandera junto a la modelo Stella Maxwell.
Cara Delevingne, modelo y actriz inglesa, es otro de los nombres de la moda que nos vienen a la cabeza al hablar de visibilidad lésbica. Ella habla abiertamente de su sexualidad, aunque se define como «fluid».
No son los únicos casos. La firma & Other Stories, de H&M, presentó su colaboración con el estudio de joyería Faux/Real con una pareja real de lesbianas como modelos.
Una reivindicación necesaria
A pesar de esto, son varias las voces que alertan de que la visibilidad lésbica en publicidad es mucho menor que la de los gays. Y es que el machismo sigue mostrando su cara también en este sentido. La razón: la presencia de lesbianas en la moda es otra forma de cosificar a la mujer en campañas dirigidas a hombres heterosexuales. El objetivo no parece ser la visibilidad lésbica, sino la sempiterna sexualización de la mujer.
Sin embargo, parece que estos pequeños pasos, aunque no sean del todo bienintencionados, están contribuyendo al cambio. Lo pudimos ver en el último spot de helados Magnum, que apostó por la diversidad sexual mostrando una boda entre mujeres.
La duda es si se trata solo de una moda pasajera o de una verdadera tendencia para contribuir a la visibilidad lésbica. Tendremos que esperar para conocer la respuesta.
En efecto el tiempo dirá si la visibilidad es equitativa o sólo una nuva manera de cosificación femenina. La realidad también es que la economía mueve política y al ser una fuerza de consumo tenemos el poder de exigjr que las marcas también visibilicen al colectivo.