Recientemente os hablaba de Gilbert Baker. Fue el ex-soldado y activista para la comunidad LGTB estadounidense. Además, creo la bandera LGTB. Documentándome para ese artículo, encontré una noticia curiosa que merecía un tratamiento pormenorizado. Dicho reportaje hablaba de una campaña llamada “More Color More Pride”, lanzada por la agencia de publicidad Tierney. Dicha agencia ha optado por añadir una franja negra y otra marrón a la bandera LGTB. El fin es visibilizar a las personas de color dentro del colectivo. Esta iniciativa ha debido de tener bastante éxito, ya que días atrás el ayuntamiento de Filadelfia confirmaba que iba a usar esta bandera durante la celebración del Orgullo LGTB.

“More Color More Pride”: ¿un pequeño paso?

En la web de “More Color More Pride” https://morecolormorepride.com/, podemos leer lo siguiente (traducción a cargo de una servidora):

En 1978, el artista Gilbert Baker diseñaba la original bandera de arcoiris. Un símbolo incónico de la unidad LGTB. Ha pasado mucho tiempo desde entonces. Muchas cosas buenas, pero todavía nos queda por hacer. Especialmente en lo que se refiere al reconocimiento de las personas de color dentro de la comunidad LGTB. Para avivar este importante debate, hemos aumentado los colores de la bandera e incluido el negro y marrón. Puede parecer un paso pequeño. Pero juntos podemos hacer grandes zancadas hacia una comunidad verdaderamente inclusiva.

En la misma página encontramos un vídeo que dice “las personas de color han sido marginalizadas, ignoradas e incluso excluidas de forma intencional” (entiéndase que de la comunidad LGTB). Y es que hay que admitir que razón no les falta: el racismo es un problema dentro de nuestra comunidad. Tiempo atrás leía que esto se hacía muy patente en algunas apps para ligar (en concreto de chicos gays, pero no creo que las nuestras sean muy distintas), donde abundaban los perfiles de personas que decían “asiáticos no”, “negros no”. Lo mismo en algunos locales LGTB, en los que el derecho de admisión dejaba a personas racializadas fuera.

¿Un gesto innecesario para la comunidad LGTB?

En cuanto ha salido la noticia opiniones de todo tipo no se han hecho esperar, algunas, por supuesto, en contra (la mayoría a decir verdad…). Y dicho sea de paso, un porcentaje bastante alto de ellas desde dentro de la comunidad LGTB. Parte del contenido de estas críticas lo puedo llegar a entender.

Como bien dijimos en el anterior artículo, los colores de la bandera LGTB representan la espiritualidad, la naturaleza, la luz, la salud, la vida, etc., valores que no excluyen el color de piel. También comparto algunos comentarios que cuestionan el valor de la iniciativa al provenir de una agencia de publicidad. Sin embargo, la cabra tira al monte y en algunos de estos juicios he visto cómo acababan aflorando verdaderos comentarios racistas y sinsentido.

Frases como “ ya que están deberían quitar el amarillo porque ofende a las personas asiáticas”, “¿por qué marrón y negro? ¿El marrón hace referencia a las personas blancas?”, y otras expresiones que intentan ridiculizar la campaña. Para la información de todas esas personas, aclararé que la razón de ser del color marrón proviene del hecho de que aunque las personas negras son personas racializadas, no todas las personas racializadas son negras (y aquí incluimos a las mestizas o a las asiáticas). Tal es el tipo de reivindicaciones de Angela Davis, por ejemplo.

Conclusión

Independientemente de que esta campaña sea un avance o una pérdida de tiempo, es la señal de un descontento por parte de un sector de nuestra comunidad: el formado por personas negras o racializadas, que se siente ninguneado. Y lo cierto es que debemos mucho a algunas de ellas. En los sucesos de Stonewall, participaron multitud de personas afroamericanas y latinas, aunque la cultura popular se haya encargado de convertirles en personajes secundarios.