Los bares lésbicos tuvieron durante mucho tiempo una función esencial como punto de reunión de lesbianas de todo el mundo. En una época donde la visibilidad era casi nula y no existían las redes sociales, era el lugar donde sentirse libre y conocer a otras mujeres.
Hoy hacemos un repaso por los bares lésbicos más míticos del siglo XX.
Le Monocle, el rey de los bares lésbicos
En un tiempo en el que París era una ciudad progresista y abierta, comenzaron a abrir bares lésbicos y gais. Le Monocle fue uno de los más famosos bares de ambiente de los años 20 del pasado siglo.
Situado en el barrio de Montmartre, barrio bohemio que reunía a artistas e intelectuales, era el lugar preferido de las lesbianas de los años locos. Allí se daban cita distinguidas lesbianas de la época como la famosa escritora Radclyffe Hall.
El nombre Le Monocle hace referencia a la costumbre de las lesbianas de llevar monóculo. Más que una moda, se trataba de un código que les servía para reconocerse por su orientación sexual. Además del curioso accesorio, el código de vestir en Le Monocle era muy andrógino. Casi todas llevaban traje masculino o smoking, además de lucir melena muy corta, a lo “garçon”, muy de moda en la época.
Con la ocupación nazi de Francia, los bares lésbicos y gais tuvieron que cerrar sus puertas y Le Monocle no fue una excepción.
Monokel, la versión alemana de Le Monocle
En el Berlín de los años 20 y 30 también las lesbianas lucían sus monóculos como seña de identidad. Por este motivo, uno de los bares lésbicos míticos del Berlín de la época abrió en 1932 con el nombre de Monokle.
Al igual que sucedió con su homónimo parisino, tuvo que cerrar bajo el reinado del terror de Hitler y sus acólitos.
Eldorado, ambiente berlinés
También ubicado en Berlín, Eldorado, más que dentro de los bares lésbicos se encuentra entre los bares de travestis. Fue el local más célebre de travestis, lesbianas y gais del Berlín anterior a la Segunda Guerra Mundial.
Era el lugar preferido de encuentro de artistas, escritores y famosos en general. Muchos clientes heterosexuales de la alta sociedad lo frecuentaban para bailar con travestis populares.
Una de las asiduas a Eldorado era Marlene Dietrich, que hacía gala de su bisexualidad y del gran poder de atracción que ejercía en hombres y mujeres.
Este fue otro de los locales que tuvo que cerrar durante el nazismo.
Canyon Club, al estilo americano
Cruzamos el charco hasta Los Ángeles, donde el Canyon Club reunió a gais y lesbianas entre los años 40 y 60 del siglo pasado. Era un club privado en el que los clientes se mantenían a salvo de las frecuentes redadas. Se encontraba en un lugar muy aislado y los camareros avisaban cuando se acercaba la policía para que gais y lesbianas intercambiaran sus parejas.
Club Laurel, para ricas y famosas
Ubicado en la misma ciudad que el Canyon Club, fue uno de los bares lésbicos más famosos entre la “beautiful people” de la América de los años 50. Más que bar, era una lujos discoteca donde se daban cita estrellas de cine y cantantes.
Su propia dueña era una famosa cantante muy popular entre las lesbianas que amenizaba el local con su voz seductora. La comparaban con Marlene Dietrich por su estilo masculino en el vestir y por su poder de atracción.
Hasta aquí nuestra revisión de los bares lésbicos de antaño. Hoy día los locales de ambiente no son necesarios pero hubo una época en la que fueron indispensables para la comunidad LGTBI.
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