Así es. Pero no te alegres demasiado. El estudio del que se desprenden estos datos se ha llevado a cabo entre un grupo de empresas estadounidenses. En el resto del mundo, las mujeres lesbianas estamos muy lejos de sentirnos privilegiadas en el ámbito laboral.
Marielka Klawitter, profesora de Política Civil de la Universidad de Washington, ha recopilado un total de 31 estudios sobre la política salarial realizados 1995 y 2012. Sus conclusiones no pueden ser más sorprendentes. Al parecer, los gays ingresan de media un 11% menos que los heterosexuales. En cambio, esta discriminación no se produce entre las mujeres. Según Klawitter, las mujeres lesbianas perciben hasta un 9% respecto a las heterosexuales. Una recompensa que ya se ha bautizado como lesbian premium.
Desde luego, esto no ha sido siempre así. En 1995 el profesor de Economía de la Universidad de Massachusetts-Amherst, M. V. Lee Badgett, llevó a cabo un estudio. Comparó los salarios de los trabajadores masculinos de varias empresas estadounidenses. Los resultados mostraron que, a igual nivel de experiencia, cualificación, estado civil y lugar de residencia, la remuneración salarial de los hombres homosexuales y bisexuales eran entre un 11% y un 27% inferior a la de sus compañeros heterosexuales.
Estos estudios parecen demostrar que, en los últimos años,se ha dado la vuelta a la tortilla. Pero solo en el caso de las mujeres lesbianas, que se benefician de una discriminación salarial positiva. Pero, como hemos adelantado, esta ventaja no se produce de forma homogénea en todos los países occidentales.
Un estudio realizado por el IZA World Labor en 2014, en el que se analizaron datos de nueve países,puso de manifiesto que el lesbian premium es real. La media de este plus es de un 12% pero con grandes variaciones entre países. Las lesbianas disfrutan de un 20% en EE.UU. En países como Australia y Grecia sus salarios son un 28% y un 8% por debajo de la media, respectivamente.
Una de las cuestiones que más intriga a los responsables de estos estudios es hallar las causas por las que se penaliza a los gays y se premia a las lesbianas. Las explicaciones son diferentes dependiendo de cada autor. Pero las conclusiones parecen confluir en un punto común: el machismo en el ámbito laboral.
Por muy modernas que se consideren las sociedades occidentales actuales, el machismo sigue imperando en el ámbito laboral. Sólo hace falta echar un vistazo a las estadísticas sobre puestos directivos ocupados por hombres y mujeres para darse cuenta. Pues bien, el mechismo también afecta a la orientación sexual.
El responsable de uno de estos estudios, Nick Drydakis, apunta como hipótesis que en las empresas se premian las actitudes masculinas. Como consecuencia, los hombres tienen preponderancia sobre las mujeres.
Los hombres homosexuales se apartan del tradicional rol de género. Ésta podría ser una de las explicaciones a la brecha salarial. Por el contrario, el comportamiento de las mujeres lesbianas se asimila al de los hombres hetero, aspecto que podría influir en su mejor remuneración.
Con todo, el lesbian premium no supone una victoria de las mujeres en su lucha por la igualdad. Los roles de género, la orientación sexual y los convencionalismos siguen teniendo la última palabra: las mujeres en general cobramos menos que los hombres.
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