Hacer o no una despedida de soltera es el mejor tema para empezar…

Hoy queremos inaugurar una nueva sección. Llevará por nombre «Dilemas de lesbianas«. En ella trataremos algunas situaciones que las lesbianas debemos afrontar aunque no nos guste. Es decir, disyuntivas en las que tenemos que elegir si escoger una opción u otra. Normalmente, esto supone no poder quedar bien todas las partes. En muchos casos supondrá quedar mal con nosotras mismas.

Sin embargo, bien puede valer la pena si se trata, por ejemplo, de hacer feliz a una amiga. En efecto, tal y como habréis leído en el título el que para mi gusto supone el rey de los marrones es ser invitada a una despedida de soltera hetero. Cuando una amiga hetero se va a casar y decide organizar una despedida de soltera, ¿qué *** hago yo allí?.

Un dilema bastante incómodo

Muchas de vosotras (las más inexpertas en la cuestión, sin duda) pensaréis que es fácil renunciar a ir a una despedida de soltera. Sin embargo, no lo es. Para empezar, quien la organiza no suele ser la novia. Suele ser una hermana u otra amiga de ella. Por supuesto, ella va a contar con que todas las que van a dicha despedida son chicas. Es decir, que son hetero. La organización de las actividades en muchas ocasiones se mantiene oculta también. Eso quiere decir que es una sorpresa. La despedida de soltera llega con todas sus cositas de sopetón.

En consecuencia puedes llevarte un chasco cuando de una asquerosa bolsa amarilla sale una de esas antenas con forma de pene. Se te insta a que participes en el ritual cuando tú lo que quieres es esfumarte de allí. La situación se vuelve aún más incómoda cuando tu amiga, la que se va a casar se da cuenta del paño.

Es ahí cuando ella se siente avergonzada y tú intentas que no lo esté. Al final la situación puede volverse sórdida. Sin embargo, te dices » no pasa nada, el caso es disfrutar por un día».

A los veinte minutos puede que estés en un garito de esos llamados «boys» con un zagal meneándose delante tuya como una sardina a la que le han dado un cate en la espina dorsal. Intentas beber para disfrutar y desinhibirte, sin embargo, tus compañeras lo toman como una ocasión para que participes y te impliques. Ellas también siguen bebiendo.

Despedida de soltera: soluciones alternativas

Lo más positivo en estos casos es intentar pasar «la velada», la despedida de soltera en un territorio neutro. Ya desde hace años no entiendo esa obsesión de algunas chicas por pasárselo bien con los hombres. Desde que eres adolescente puedes darte cuenta de que es difícil salir con tus amigas sin más. Siempre está la que lleva a su novio y cosas así. Como si no supiera divertirse sin él.

De más está comentar el continuo ligoteo de hombres que ven a un grupo de chicas solas. Como si no pudieran salir precisamente para eso. Por ello, la alternativa no tiene porqué pasar por un boys o cosas que tengan que ver con penes de plástico. Puede consistir simplemente en pasarlo bien con tus amigas. Eso también te puede hacer sentir como una reina. Digo yo, vamos, o quizás soy muy repipi. ¿Qué opináis?