Las relaciones cada día son algo más complejo y surrealista en muchos casos. Ciertamente, a partir de la aparición de internet, se ha abierto un campo muy fructífero para encontrar el amor. También para el ghosting y las malas experiencias amorosas. Por ejemplo, gracias a internet es posible mantener una relación a distancia. Esto, en el tiempo de nuestros antepasados, hubiera sido imposible. Imagínate cartearte cada mes con tu querida, como en las películas. Lo gracioso es que la carta siempre olía a la otra persona cuando llevaba meses dando vueltas.

El caso es que el siglo XXI y las redes sociales ponen en muchos casos la tormenta perfecta para las relaciones. Las infidelidades son un clásico que ya se daba desde antes. Sin embargo, aparecen nuevas maneras de hacer las cosas en lo sentimental. Y es que, al igual que se puede iniciar una relación por internet, también son muchas las que terminan a través de la red. Por whatsapp, por facebook o incluso por twitter. Internet parece facilitarlo. Se ha convertido en el poderoso aliado de muchas personas que no son capaces de atravesar ese mal momento en persona. En consecuencia, han abierto la veda para muchos malos comportamientos con el pretexto de que «no me atrevo». Posteriormente viene el inventarse toda clase de pretextos, por cierto.

El Ghosting

Un chef famosísimo de España, llamado Alberto Chicote contó en una entrevista que la cosa que más le ha dolido en el mundo se la hizo una pareja suya. Llevaban varios años de relación. Todo era formal y serio: era su chica, vamos. Cuenta Alberto Chicote que un día desapareció sin más. Ni le cogió el teléfono, ni respondió a sus mensajes ni pudo encontrarla en su casa. Simplemente, desapareció de un día para otro y sin darle ninguna explicación. Chicote fue víctima de lo que se conoce ya como «ghosting«. Es decir, «fantasmasearse» en castellano o volverse cataplasma. La persona desaparece y no deja rastro, sin avisar y sin dar explicaciones. Esta es una salida muy recurrente para personas que no quieren afrontar el momento de la ruptura y, además, quieren ahorrarse toda la etapa intermedia, esos días de agonía después de haberlo dicho. Espero que a ninguna de vosotras os haya pasado. Si es así, podéis hablarnos de vuestra experiencia en los comentarios. Esta forma en realidad no es nueva. Tampoco era necesario el anglicismo de turno para designarla. El ghosting es el ir a por tabaco de toda la vida.

BreadCrumbing

El Breadcrumbing es otra nueva forma. Esta forma está más en relación con las redes sociales. Digamos que es el killing me softly de las rupturas. Dos personas tienen una relación y una de ellas no quiere continuarla. Pues bien, lo que hace la que quiere dejar a la otra persona es ir disminuyendo la atención. Poco a poco, va despegándose, se escuda en que no ha visto sus mensajes, cosas así. El caso es que pretende que sea la otra persona la que dé el paso. Pero suele ocurrir que dicha persona está más pillada que quien hace eso. Así que se vuelve una situación absolutamente perversa y cruel. En este caso, tampoco hace falta un anglicismo. Ni que los Estados Unidos nos estuvieran enseñando a estas alturas como romper, vamos…

De todo esto ya nos hablaba «Ella baila sola».