Alguna vez habréis oído que esta chica o la otra, o vosotras mismas, lleváis el pelo a lo garçonne. Nos referimos con ello a un estilo de corte de pelo corto, tal y como lo llevaría un chico. Eso sí, desde que apareció este tipo de corte para mujeres, suele distinguirse por tener algunos mechones más largos y resaltar un poco más el estilo. No es un corte de pelo como el de los chicos, pelao y mondao.

Este corte de pelo tiene su origen. Y dicho origen no incluye solo el corte de pelo. Me explico: las chicas garçonne no solo se distinguían por un tipo de corte de pelo. Las garçonne eran chicas con una indumentaria muy concreta. Hoy en día de dicha indumentaria, o de dicha apariencia, nos ha llegado únicamente la de su pelo. Del resto poco solemos decir, y muchos creen que el hecho que una mujer se ponga un smoking  es inventar la pólvora. Nada más lejos de la realidad: las garçonne ya lo hacían mucho antes.

En primer lugar, el origen de la palabra garçonne es francés. Significa algo así como chico, muchacho o jovencito. En castellano existe garzón, aunque no suele emplearse. El caso es que estas auténticas heroínas y al mismo tiempo divas del estilismo surgieron en el fulgurante París de los años 20. Esta ciudad en esta época era un verdadero nido de tendencias, artísticas, literarias y culturales en general. Por supuesto, la moda empezaba a dar sus primeros pasos y el concepto de look reivindicativo puede decirse que nació de la mano de estas mujeres.

Con la intención de reivindicar los derechos de la mujer y su igualdad respecto al hombre, estas chicas decidieron cortarse el pelo. Igualmente, adoptaron la indumentaria que se consideraba típica de un hombre. Su idea era que dar una apariencia masculina haría que se las tratara con el mismo respeto que a un hombre.

Garçonne: ¿solo una apariencia?

En cuanto a la mentalidad, las garçonne solían encontrarse entre lo más granado de la intelectualidad. Eran mujeres cultas, leídas y conocedoras de los temas en profundidad. En parte ellas, como mujeres cultas, entendían que ningún hombre tenía derecho a menospreciarlas por su sexo. Es decir, desterraron la ignorancia de sí mismas y, de paso, quisieron desterrarla de los hombres. Las garçonne contribuyeron con ello a elaborar un nuevo tipo o concepto de mujer. Esta nueva forma de entender la femineidad dejó su influencia a lo largo del siglo XX hasta nuestros días.

Y aunque no fue un movimiento lésbico, las garçonne fueron en gran parte responsables de difundir la orientación sexual de las mujeres lesbianas. Hasta entonces, el lesbianismo era un tabú todavía más grande que la homosexualidad entre hombres. La igualdad que pretendían las garçonnes pretendía llegar también a este punto.

Son, sin duda, uno de los referentes más fructíferos del siglo XX para todas las mujeres y las lesbianas en especial. A propósito, y para finalizar, os animamos a estar muy atentas sobre una nueva entrega que surgirá dentro de unos días dedicada a otro de estos «grupos urbanos» del siglo XX. Ya veréis.