Esta entrada quiere hacer justicia a un tema que desde hace unos meses se viene debatiendo. Tiene que ver con el amor entre lesbianas. Y trata de las Princesas Disney, en concreto. Quizás muchas de vosotras ya estéis al tanto de qué ocurrió con el tema de la película «Frozen». Para las que no sepáis de qué va la historia, os pongo un poco en antecedentes.

Resulta que la productora de la película Frozen, una película de la compañía de películas infantiles Disney, tuvo que hacer frente a algo que no se sabe muy bien cómo empezó. Por lo visto fue un rumor que empezó porque parte del equipo creador propuso la iniciativa. Esta iniciativa consistía en hacer que uno de los personajes femeninos de la cinta fuera lesbiana. El revuelo que se armó fue impresionante por ambas partes. Los detractores de dicha iniciativa decían que no sería un buen ejemplo poner a una mujer lesbiana que, para más inri, fuera la novia de Frozen.

A aquellas personas que en su momento (y todavía hoy) estamos a favor de la iniciativa nos pareció una estupenda alternativa. Las princesas de Disney, como todas sabemos, contribuyen a aportar una visión «normalizada» de la sexualidad. Lo heterosexual se considera lo aceptable. La homosexualidad, aunque es «respetable» en algunos casos, no es algo ejemplar para educar a los niños. Esto tiene que ver un poco con lo que el otro día comentábamos a propósito del cine. No sé por qué, pero el trato de las lesbianas en el cine siempre pasa por lo sexual. Si son lesbianas debe haber sexo entre lesbianas, parece.

En este caso, es lo mismo: se considera que hacer que la princesa Disney y su chica se den un beso es contenido sexual. Todos sabemos cómo despierta Blancanieves, sin embargo. En definitiva, hay bastante hipocresía sobre el tema, y por ello queremos aclararlo y hacer que conozcas la iniciativa que desde hace varios meses se está promoviendo. Consiste en pedir que esta princesa o cualquier otra sea lesbiana. Sería un gran paso hacia el punto que deben tomar las cosas: la naturalidad.

Aquí vemos un vídeo entrevista que se hizo hace unos meses (cuando todo este revuelo se inició) y en el que distintas personas dan su opinión. Si consultáis más en youtube veréis algo más sobre la campaña a la que me refiero.

Give Elsa a Girlfriend es el nombre de la iniciativa. «Lo ideal es que tenga un Ken» dice la señora. En fin.

Tristemente, parece que aún es pronto y que debemos esperar a que la gente asuma que la homosexualidad es algo consustancial a la sociedad, tanto como las normas de tráfico o el pelo, vestido y gabardina mohosa de la señora del 1.06 min.

A favor del amor entre lesbianas

Tal y como ocurrió con otras lacras sociales como el racismo, se terminaron superando (aunque no venciendo). Quizás sería bueno ver nuestra sociedad misma en perspectiva y asumir el amor entre lesbianas. Yo opino que Disney en este sentido tiene una responsabilidad. Igual que ha contribuido a difundir valores durante décadas (algunos de ellos cumplían incluso funciones políticas) ahora debería asumir ese papel para hacer lo correcto.

¿Cuántas veces no hemos oído eso de que si no has visto pelis de Disney no has tenido infancia? Eso quiere decir que Disney ha tomado parte en la educación de todos. Y si quiere encargarse de la educación de los niños en pleno siglo XXI, debe promover valores que estén a su altura. Viva el amor entre lesbianas.

Amén.