En pleno siglo XXI, ser lesbianas no es nada fácil para millones de chicas en diferentes partes del mundo. en muchos países, la condición sexual es motivo de abusos, de rechazo social e incluso de crueles castigos que pueden llegar incluso a penas de muerte. Por ello, no es de extrañar que muchas lesbianas padezcan ansiedad y estrés cuando deciden confesar (o no) su orientación sexual.

Ese estrés que produce en algunas lesbianas el hecho de salir o no del armario puede desembocar en algunos ciclos de ansiedad. En los casos más graves esta ansiedad puede desembocar en graves crisis que precisan tratamiento médico y psicológico.

Según la definición médica, el trastorno de ansiedad es un término general que abarca varias formas diferentes de un tipo de enfermedad mental, caracterizada por miedo y ansiedad anormal y patológica. El estrés es una sensación normal que, en bajas dosis, puede ayudarnos a hacer las cosas. El estrés no afecta a todo mundo de la misma manera.

Muchas lesbianas sienten síntomas de estrés en el cuerpo. Algunos de esos síntomas que se  pueden experimentar dolor abdominal, dolores de cabeza y dolor o tensión muscular. Cuando estamos muy estresados podemos notar, además de esto, una frecuencia cardíaca más rápida, respiración rápida y mayor ritmo cardíaco, episodios de sudoración, temblores y mareos.

Esta ansiedad que sienten las lesbianas en situaciones como esta se manifiesta también en la dificultad que podemos encontrar para concentrarnos, sintiéndonos  cansados la mayoría de las veces o perder los estribos con mayor frecuencia. El estrés también puede causar problemas sexuales e igualmente puede ocasionar problemas para conciliar el sueño o quedarse dormido y pesadillas.

Cuando estamos ante un episodio de ansiedad la mejor manera de solucionarlo es acudir a un especialista al más mínimo síntoma. Sin embargo, si tenemos tendencia a la ansiedad lo mejor para prevenir estos episodios es su prevención mediante la realización de una serie de ejercicios de relajación.

Ser escuchadas es clave para que las lesbianas no tengan ansiedad al salir del armario

Otra de las cosas que ayudan para resolver este tipo de problemas psicológicos, y que afecta a muchas lesbianas, es buscar a alguien de confianza que lo escuche. Con frecuencia, simplemente hablar con un amigo o un ser querido es todo lo que usted necesita para sentirse mejor. La mayoría de las áreas también tienen grupos de apoyo y líneas de ayuda que pueden servir.

Está claro que aceptar la sexualidad a veces no resulta una tarea fácil y la situación puede generar situaciones de estrés y ansiedad. Pero ser lesbianas no es ningún problema ni se comete ningún delito por ello. Solo hay que aceptarse a uno mismo. Este es el primer paso para que el resto del mundo nos acepte de la misma manera.

Solo al aceptarnos, reconociéndonos a nosotras mismas que somos lesbianas, conseguiremos pasar la etapa más dura al salir del armario y librarnos de las mayores situaciones de ansiedad y estrés que nos provoca esta situación.