Tan solo dura unas milésimas de segundo, pero en Australia se ha armado un gran revuelo con el lesbibeso que aparece en el anuncio de su última campaña. Se titula ‘Own it’ y gira en torno al hecho de que 7 de cada 10 mujeres tienen a diario algún momento en el que odian su cuerpo y cambiarían algo de él si pudieran. Pero hay algo que sí es posible cambiar… La actitud. Que nos aceptemos a nosotras mismas tal y como somos. Y para ilustrarlo, el anuncio muestra a una serie de mujeres de distintas edades, constituciones y aspectos incluyendo una pareja de chicas que se besan mientras bailan.
Pues bien, una de las telespectadores australianas escribió una queja a la asociación de anunciantes de su país diciendo lo siguiente: «El anuncio se estropea en el momento en el que aparecen dos mujeres besándose. Una solo se puede cuestionar si se está intentando apoyar a un tipo de personas del público en general, porque ese acto físico no tiene nada que ver con unos cereales de desayuno que cualquier persona de la sociedad podría elegir y disfrutar. El anuncio debería considerar a las generaciones más jóvenes y familias, así como al resto. No estoy de acuerdo con el beso. ¿Debemos tener el mensaje lésbico en nuestras caras a todas horas? Mi hijo de 7 años no necesita esa escena en su salón. El anuncio se muestra en horario familiar e incluye a dos mujeres besándose como si fueran una pareja, intentando normalizar ese comportamiento».
A lo que la asociación de anunciantes ha contestado muy sabiamente: «Kellogg’s sabe que habría algunos sectores del público que estarían ofendidos por esa escena de dos mujeres besándose. Nosotros respetuosamente sugerimos que aunque algunos individuos se puedan sentir molestos, el anuncio no muestra una escena que hiera a una persona o un sector de la sociedad concreto, incluyendo temas religiosos o preferencias sexuales. Una escena breve de dos mujeres besándose, que en ningún momento va más allá, en el contexto del anuncio que celebra la realidad de la diversidad femenina, no puede ser observado como una discriminación hacia los clientes con creencias religiosas u otras creencias».
Aquí tenéis el vídeo. El beso, en el minuto 0:49.
Vía: Ambiente G.
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