Hoy queremos volver la vista atrás hacia la historia de amor que vivieron la prestigiosa Annie Leibovitz y la escritora Susan Sontag. Aunque nunca llegaron a vivir juntas, mantuvieron una relación a lo largo de 16 años. Desde 1988, cuando se conocieron a raíz de que Annie tuvo que fotografiarla para la portada de un libro, hasta 2004, año en el que Susan falleció como consecuencia de la leucemia que padecía.
Durante muchos años no quisieron entrar en el juego de poner nombres o etiquetas a su relación. Sin embargo, un par de años después de la muerte de Susan Sontag, en 2006, Annie Leibovitz despejó todo tipo de dudas. «Era una historia de amor», dijo en una entrevista concedida al New York Times con motivo de la publicación de su libro ‘A photographer’s life: 1990-2005’.
Unos meses más tarde, Annie aún fue más explícita en el San Francisco Chronicle: «Con el debido respecto a Susan, nunca nos gustaron palabras como ‘compañeras’ o ‘pareja’. Susan nunca las utilizó. Ni yo tampoco». Luego, continuó diciendo: «Era una relación en todos los sentidos (…). Llámenos ‘amantes’. Me gusta. Suena romántico. Quiero ser completamente clara. Amo a Susan. No tengo ningún problema con ello».
Una historia de amor que marcó la vida de la fotógrafa de los famosos –además del calendario Pirelli 2016, Annie Leibovitz ha inmortalizado a casi todas las estrellas de Hollywood y personalidades del mundo de la cultura y la vida social, como a Caitlyn Jenner en su presentación al mundo como mujer, una rotunda Demi Moore embarazada en Vanity Fair, o el abrazo de Yoko Ono y John Lennon en la portada de Rolling Stones, por poner algunos ejemplos.
Y una historia que propició que Annie cambiará puntualmente el papel de fotógrafa por el de modelo frente al objetivo de Susan Sontag. Instantáneas que recogen muchos momentos de sus vidas en común. Desde el embarazo a los 50 años de Annie Leibovitz hasta Susan sosteniendo en brazos o jugando con la pequeña Sarah, pasando por el proceso de deterioramiento de Sontag como consecuencia de la enfermedad hasta su muerte. En 2005, tras la pérdida de su gran amor, Annie tuvo dos hijas más con la ayuda de un vientre de alquiler, dos gemelas a las que puso Samuelle y Susan, el nombre de su desaparecida amante.
En el año 2003, Susan recibió el Premio Príncipe Asturias de las Letras. Y diez años más tarde, en 2013, Annie Leibovitz fue galordanada con el de Comunicación y Humanidades. Algo que la fotógrafa no olvidó recordar: «En este momento, me viene a la mente una galardonada anterior que significó mucho para mí: Susan Sontag».
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