La semana pasada la supermodelo y actriz Cara Delevingne publicó un post en su Instagram anunciando que había decidido poner a la venta por su cuenta camisetas y sudaderas con el lesbieslogan de los 70 ‘The future is female | El futuro es femenino’. Y en pocos días ha puesto patas arriba la red social con su iniciativa.

«Un montón de vosotros me habéis estado pidiendo una de estas», decía el texto de la foto en la que aparecía Cara junto a una amiga llevando sudaderas con el eslogan en cuestión. «Así que he decidido ponerlas a la venta y los beneficios recogidos irán a parar a ‘Girl Up'», continuaba Cara indicando el link donde obtener las sudaderas. En el link en cuestión se explica que se trata de una recreación de la camiseta original que llevaba la cantante y compositora Alix Dobkin en una instantánea de 1975 tomada por su novia de entonces, la fotógrafa Liza Cowan. Que los ingresos de cada pieza de ropa vendida con dicho eslogan irán a parar a la campaña de Girl Up -una fundación de las Naciones Unidas– para la promoción de la salud, la seguridad y la educación de las niñas en los países de desarrollo. Y justo después añade una aclaración que especifica que esto significa ‘todos’ los beneficios, no solo una parte.

¿Y por qué esta aclaración? Pues porque unas horas después de publicar su foto, el estudio de diseño Otherwild, de Rachel Berks,  que posee el permiso de la fotógrafa Liza Cowan para reproducir el eslogan original, montó en cólera acusando en su cuenta de Instagram a Cara Delevingne por plagio y apropiación indebida. Según Rachel Berks, la modelo vende y se atribuye el diseño como propio y les hace perder unas ventas, cuyo 25% de recaudación va destinado a Planned Parenthood, una organización de planificación familiar.

I took down my post yesterday about #thefutureisfemale controversy, because the negative commentary was overwhelming me, but I wanted to share my thoughts and this image which shows #Otherwild’s sweatshirt on the left, and @caradelevingne’s identical version on the right. The slogan «The Future Is Female» originates from Jane Lurie’s and Marizel Rios’ Labyris Books (1972), and Otherwild used @lizacowan’s image of Alix Dobkin in the shirt (1975) with permission, as originally seen on Kelly Rakowski’s @h_e_r_s_t_o_r_y. Otherwild’s redesign and reissue of the FIF tees and buttons is protected under copyright law, which mandates that any reproduction of an existing known public work must be altered at least 20% from the original. If model/actress Cara Delevingne wanted to sell my line, she would need to wholesale them from Otherwild, and because we donate 25% of our line’s proceeds to Planned Parenthood, Delevingne’s ethical practice would benefit not only our woman-owned small business but would also serve as a significant donation to PP. Delevingne could also choose not to wholesale from Otherwild and create her own design of the slogan on clothing to sell. But Delevingne’s choice to lift and manufacture Otherwild’s design, claiming it as her own to sell with an undisclosed charitable offering, is indefensible. Her actions ironically counter the very message of the slogan «The Future Is Female», and it’s confounding that she would do this to a small queer feminist-owned business after purchasing the product from us just a few weeks ago. Although under pressure, Delevingne has changed the line’s attribution several times in the past 24 hrs., she has not yet offered to wholesale from us nor cease and desist blatantly copying and selling our designs.

Una foto publicada por OTHERWILD (@otherwild) el

Nosotras no nos atreveríamos a posicionarnos a favor de una u otra. Pero lo que está claro es, en primer lugar, que en el post de Cara –actualmente al menos– se menciona y da las gracias a todas las partes implicadas, la fotógrafa Liza Cowan, el estudio de diseño Otherwild y la cuenta de instagram que viralizó la imagen y dio la idea al estudio, h_e_r_s_t_o_r_y.  En segundo lugar, que las piezas de ropa puestas a la venta por Cara son 100% sin ánimo de lucro y se trata de una venta temporal que finaliza el 20 de diciembre, no de un negocio. Y en tercer lugar y por último, que el eslogan –si nos pusiéramos estrictas– no debería ser ni del estudio, ni de la fotógrafa, ni de la cantante que lleva la camiseta, sino de Labyris Books –la primera librería para mujeres que abrió en Nueva York en 1972– que es para quien fue ideada la frase por aquel entonces.

Solo se nos ocurre una solución salomónica al respecto, pasar de unas y de otras e imprimirnos nosotras mismas el eslogan en la camiseta o donde sea y hacer una donación a quien nos apetezca.