La mañana del 22 de diciembre del 2001, Ona recibió una llamada de Carmen.
-¿Cómo sigues?-le preguntó Ona.
-Con mucho trabajo pero bien. Oye, feliz Navidad.
-Igualmente. ¿Vienes a España a pasar las navidades?
-No. Mi padre, mi hermano y su novia van a venir a pasar aquí las vacaciones. Qué pena que tú no puedas venirte. Te encantaría esto en Navidad-le dijo Carmen.
-Una vez pasé allí el fin de año y sí, tienes razón. Nueva York en estas fechas es una pasada.
-Pasadlo muy bien tú y Maite.
-Gracias, igualmente.
-¿Tú no vas a venir con ese jefe tuyo tan estupendo algún día?
-Por ahora no hay nada planificado. Mi jefe tiene problemas familiares así es que tardaremos en ir, al menos por un tiempo.
-¿Qué le pasa?
-Su mujer. No sé muy bien. Creo que está enferma.
-Bueno. Algún día será.
-Claro. Algún día volveré a Nueva York y te llamaré.
-Ona
-¿Qué?
-Sayonara baby. ¡Ah! Y feliz 2002.
-Igualmente. Hasta la vista, baby. Un beso.
Ona colgó el teléfono y se retrepó en la silla. Pensó en ella y sintió un nudo en el estómago y un hueco en la garganta y entonces supo que estaba sufriendo un ataque de melancolía.
Las llamadas de Carmen y Ona se repitieron cada navidad, durante los cuatro años siguientes, y también para los cumpleaños de ambas y un buen día, cuando Ona ya creía que nunca iba a volver a encontrarse con ella, cuando pensaba que su relación se mantendría gracias a aquellas conversaciones telefónicas y a unos cientos de correos electrónicos, cuando terminó aceptando que la distancia que las separaba era mucho más grande de lo que había parecido en un principio, en la pantalla de su móvil apareció el nombre de Carmen.
-¿Todo bien?-le preguntó Ona
-Sí y ¿tú?
-Supongo que también.
-¿Y ese supongo?
-Lo he dejado con Maite.
-Vaya. Lo siento. ¿Cómo estás?
-Bien. Bueno, más o menos-siguió Ona.
-Lo imagino.
-Pero bueno, ha sido lo mejor para las dos. De pronto me di cuenta de que la había dejado de querer.
-Es duro decir eso.
-Sí, pero es más duro darte cuenta de que has mentido a alguien durante demasiado tiempo. No es muy agradable que digamos.
-¿Cuánto hace que lo habéis dejado?
-Hace un mes, pero antes ya habíamos tenido algunas crisis. Hace como cuatro años que estábamos mal. De hecho, ya lo habíamos dejado en otras ocasiones pero habíamos vuelto.
-Esas cosas no suelen funcionar-le dijo Carmen.
-No. Lo hemos intentado, pero no ha podido ser. Maite era alguien que estaba en mi vida y nada más. Al final me dio la sensación de que estaba con ella para no estar sola. No se merece que no la haga feliz.
-¿A ti te hacía feliz?
-Sinceramente, no.
-Pues entonces, es lo mejor que has hecho. Ahora será duro, pero después pensarás que habrá sido una buena decisión.
-Lo sé.
-Claro. Ya lo verás.
-Sí, sí. Tienes razón. -respondió Ona.
-Oye voy a estar en Barcelona la semana del 20 de marzo. ¿Quieres que nos veamos?
-¿No es broma? ¿Me lo dices de verdad?
-Claro.
-Me encantará verte.
-Perfecto. A mí también.
-¿Cuánto tiempo vas a estar?
-En realidad llego el 13 a Madrid. Mi hermano se casa el 18 y quiero estar con mi familia unos días antes para ayudarles con los preparativos. En fin, esas cosas que toca hacer y que me apetece mucho hacer y además… el 15 presento mi libro-dijo Carmen
-¿Zero Zone?
-Sí. No te lo había dicho, me lo publican en España.
-Ostras, enhorabuena. ¡Qué callado lo tenías!
-Era una sorpresa. Además, estas cosas es mejor no explicarlas hasta que no se concretan.
-Sí, tienes razón. Bueno, ¿entonces cuándo vienes a Barcelona?-dijo Ona
-El 20, el mismo día de la presentación por la mañana.
-¿A qué hora llegas?
-A las 10.
-Me sabe mal pero no voy a poder ir a buscarte.
-No te preocupes, los de la editorial me envían a alguien.
-¿Dónde te quedas?
-En el Hotel Claris-dijo Carmen.
-Hubieras podido quedarte en mi casa.
-No lo pensé, bueno, igual sí, pero no creí que fuera buena idea molestaros a Maite y a ti.
-Bueno, ahora ya sabes que no nos hubieras molestado, en fin… oye que vaya bien la boda. ¿Se casa con aquella novia que te caía tan bien?-le preguntó Ona.
-Sí, con Ana.
-Bueno Carmen, pasadlo bien.
-Gracias. Nos vemos.
-Que vaya muy bien la boda.
-Gracias. Eso espero. Nos vemos pronto-respondió Carmen. Luego colgó.
El 14 de marzo del 2006 Ona abrió la bandeja de entrada de su cuenta de correo electrónico y se encontró un mensaje de Carmen.
Hola Ona,
Te paso la invitación para la presentación del libro.
Te espero. Sayonara baby.
Ona abrió el archivo adjunto.
La editorial Science World tiene el gusto de invitarle a la presentación del libro “Zona Cero. El reto de superar la muerte de un ser querido” de la psiquiatra Carmen López de Olmedo. Lugar: Col.legi de Metges de Barcelona. Paseo de la Bosanova 47. Día 20 de marzo. Hora 19:00 horas.
Ona pulsó las teclas de su ordenador y respondió:
Allí estaré. Hasta la vista, baby.
(Continuará el viernes próximo)
Este relato está registrado. ©
Sinceramente deseo que ese encuentro entre ellas abra una luz de esperanza. Hasta la vista.