Lesbianarium 42: "Camas movedizas"

Muy mala idea, el llevarse de viaje a sus madres. Ya en el primer Bed&Breakfast donde Esther y Merche pidieron habitación con cama doble intentaron evitarlo sobornando al propietario. Por suerte, ni las madres hablaban una palabra de inglés ni ese señor sabía español. Pero no era tonto, se quedó con el billete de cincuenta euros que una de las mujeres le metió en el bolsillo del pantalón creyendo que Esther y Merche no miraban y luego repartió las llaves de las habitaciones como si tal cosa: una con cama de matrimonio y otra con dos camas individuales.
La segunda noche, la madre de Merche fingió sentirse muy mal y sugirió que su hija durmiera con ella en la habitación con dos camas por si su estado empeoraba. Nadie mejor que su hija para cuidarla, y además, no quería molestar a su consuegra. Merche iba a ceder, pero Esther se adelantó diciendo a su suegra que, en caso de necesidad, sólo tenía que llamar a la puerta de la habitación contigua, que allí las encontraría a ambas durmiendo en su cama de matrimonio. Recalcó “matrimonio”.
Al día siguiente, Esther y Merche decidieron cortar por lo sano. Antes de que sus madres abrieran la boca al llegar al hostal, las amenazaron seriamente con meterlas a ellas en la habitación con una sola cama, a riesgo de que se les pegara la enfermedad incurable de sus hijas y pasaran a la historia como los únicos casos de transmisión congénita inversa, de hija a madre. La amenaza funcionó y tuvieron la noche en paz. Al tercer día descansaron.
Ya de vuelta, estando un fin de semana en casa de la madre de Esther, comprobaron, sin embargo, que el viaje había tenido algún efecto: las dos camas de la habitación en la que siempre dormían estaban juntas. En casa de la madre de Merche, no, aunque les pareció que estaban un poco más cerca que la última vez. Al preguntarle cuándo iba a tratarlas por fin como lo que eran, una pareja, la mujer dijo que necesitaba más tiempo y preguntó adónde la llevarían en el próximo viaje. Y Merche pensó que, además de lesbófoba, su madre era una chantajista muy refinada. Esther pensó lo mismo.

Creative Commons License
Lesbianarium by Qerma Palloni is licensed under a Creative Commons «Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas» 3.0 España License.