Aunque la peli tenía a Richard Gere como su mayor reclamo, resultó infumable desde el principio… hasta esta escena final donde Kate Hudson, la hija de Goldie Hawn y Kurt Russell, y Liv Tyler, la hija del cantante de Aerosmith, deciden arreglar un asuntillo pendiente desde la infancia. Es lo único salvable de la peli. Y sí, el beso es de lo más casto, pero pocas veces verás a estas dos actrices actuando en nuestro bando.
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